miércoles, 25 de diciembre de 2019

CHILE CAMINO A LA MISERIA

                   Chile es un país que logró salir de la pobreza gracias a las reformas económicas que se hicieron durante la época del Gobierno Militar que lideró el general Augusto Pinochet por cerca de 17 años. En aquella época los militares chilenos junto a civiles que trabajaban para el gobierno pensaron que al solucionar problemas sociales tales como; acceso a la luz eléctrica, al agua potable, a una vivienda digna, pavimentación de áreas rurales y urbanas, en fin a una serie de beneficios económicos y acceso a bienes de consumo y capitales, eso sería suficiente como medida para derrocar al marxismo que tanto combatieron en la calle.
                   Lamentablemente, eso no fue suficiente para derrotar a un enemigo que trabaja de manera sigilosa en colegios, universidades, sindicatos y todo tipo de estamento social relevante . El primer combate frente a esta ideología de carácter totalitaria debe ser intelectual, se debe confrontar la ideología con la realidad del hombre como ser social. Si no se les explica a los jóvenes y a los ciudadanos en general qué lugar ocupa el hombre en la sociedad, en qué consiste su doble dimensión como sujeto espiritual y material, si no nos detenemos primero en tratar de explicar ese aspecto tan importante del ser humano, francamente el marxismo llevará siempre la delantera.
                  Pensemos en el hombre tal cual lo piensa el comunismo, como algo netamente material, como una cosa dentro de otras que lo rodean, sin diferencia óntica, indudablemente esa visión del hombre desemboca siempre en una calamidad . ¿Por qué en una calamidad?, la razón es muy sencilla, un hombre despojado de su ser esencial, termina siempre transformándose en una cosa, en un esclavo de quién gobierna, ya que el gobernante no busca el bien de lo que considera un objeto más, ya que ese objeto carecería de valor respecto a los otros objetos. ¿Por qué el hombre debe ser superior a las bestias o a la tierra que lo rodea?, obviamente nunca va a encontrar ese papel preponderante y único que el catolicismo establece como el Hombre Rey de la Creación.
                   Si se destrona al hombre de su cetro, de su función de administrador de todo lo creado, las consecuencias terminan siendo desastrozas para el propio hombre. Sin Dios, sin Ley, es decir, la injusticia alcanza en la sociedad marxista un estatuto jurídico que no tenía en la sociedad cristiana. Es curioso, pero muy relevante, el marxismo mientras más proclama los Derechos del Hombre, más somete a ese hombre a un verdadero infierno, ya que lo despoja del sitial principal del orden social.
                    Según el manifiesto comunista de 1848 el hombre es verdaderamente libre cuando realiza sus funciones instintivas, no sus funciones sociales. Vale decir, según Marx el hombre mientras más se asemeje a los animales es más libre. Y las consecuencias en la sociedad comunista se notan y se ven con este tipo de pensamiento, pensemos en la URSS, había un baño para un edificio completo, ya no importaba la distinción entre niños, abuelos, recién nacidos y enfermos, todos debían acomodarse a esa sociedad colectiva donde cada uno era representado como un objeto del estado. En esta visión totalitaria y materialista, el Estado miraba donde debía trabajar cada uno, qué sueldo debía ganar, dónde debía estudiar, con quién tenía que conversar, y qué libros debía leer. Esa forma e ver al ser humano como una máquina funcional urbana permitía que los que gobernaban pudieran optar a una serie de privilegios y riquezas del país sin ningún tipo de cuestionamientos. ¿Cómo puede cuestionar quien no es más que parte de una totalidad colectiva?, al estar despojado el hombre de su realidad trascendente como es Dios, nada ni nadie lo defiende, queda indefenso frente a los gobernantes que lo someten por medio de la fuerza.
                          ¿Por qué los comunistas no aceptan las opiniones de los demás?, la razón es muy simple, ellos son los únicos que representan el ideal del hombre emancipado de Dios, que alcanza por medio de la nueva estructura del Estado el poder de representar al nuevo hombre colectivo, ese hombre colectivo no sabe quién lo representa ni de qué lo representa, sólo es un mero número de las cúpulas de los dirigentes del partido para acceder a las riquezas de todo el país por medio de la abolición de la propiedad privada y la eliminación de la religión como parte de la realidad trascendental de la sociedad.
                        Para alcanzar el objetivo final que es el poder total, es importante movilizar gente adoctrinada en slogan fáciles de asimilar como son la igualdad social, la justicia frente a la injusticia de los ricos, los derechos previsionales, los derechos de salud, etcétera, nunca deteniéndose y pensando en cómo construir los medios adecuados para alcanzar dichos derechos.
                        Al final del camino, tal como ha ocurrido siempre en la historia, después de un gran desastre, la gente se va a dar cuenta en medio del hambre y la miseria que fue una vez engañada ´por una ideología que tiende a repetir su modus operandi una y otra vez sin que las víctimas de su dictadura alcancen si quiera a darse cuenta.
                          Al final, el comunismo va a ser destruido no por hombre alguno, sino por la intervención divina, quien por justicia lo exterminará de la faz de la tierra al final de los tiempos.