EL TRIUNFO DE KAST EN PRIMERA VUELTA

                                                              No sería raro que el próximo 21 de noviembre Kast gane en primera vuelta. Muchísima gente se cansó de la inestabilidad económica y política que vive Chile. Las grandes promesas de la izquierda se desvanecen en el aire, sus cantos se sirenas ya no atraen. Todo se derrumbó por el momento, al menos en lo electoral, pues la revolución avanza en la educación y en la cultura. 

                                                         Los más viejos van a ir a votar en masa, no quieren hacer nuevamente colas-tal como lo hicieron, en época de Allende-, otro gran fracaso del marxismo en Chile. La gran clase media no va a querer perder el logro alcanzado durante los últimos treinta años. Ni la casa ni el auto ni menos los Fondos de las AFP están dispuestos a entregárselos a jóvenes "idealistas" que nunca han tomado una pala y un chuzo para trabajar. Ya gozaron con el retiro de su plata de los Fondos de Pensiones, entendieron que el dinero era de ellos y no del Estado ni de los políticos.

                                                      Al ganar Kast, lo primero que tendrá que hacer es reestructurar el Ministerio de Educación . Es allí dónde se expande la ideología revolucionaria hacia colegios y universidades, incluyendo las Escuelas Matrices de las Fuerzas Armadas. La educación no se puede transformar en verdaderos laboratorios ideológicos, semillero de revolucionarios y anarquistas. Eso se frena con una educación valórica que entregue contenidos e instrucción. Esa educación integral debe desarrollar los cerebros de los chilenos, no mutilándolo con utopías que nunca se podrán alcanzar.

                                                    Otra tarea urgente que deberá hacer el nuevo presidente, es Reformar la Justicia Chilena, La gran Reforma Procesal Penal fue un fracaso. Trajo impunidad e inseguridad a los chilenos, Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones de Chile, deberán recuperar atribuciones para perseguir al delito y a los delincuentes que lo cometen. Para ello se deberá eliminar el sistema de estadísticas como medición y fuerza de acción policial. Las estadísticas no reflejan la realidad delictual porque la gente no denuncia. No lo hace, porque el sistema no funciona. Destrabar la justicia y la función policial es algo urgente. 

                                           Para aplicar lo anterior, no se le debe tener miedo a la autoridad, más bien, buscar aplicarla siempre por el bien común del país. Los tiempos cambian, las cosas se deshacen en la misma forma que se hacen, todo tiene que volver al origen desde donde se procede. El orden tarerá paz y desarrollo, pero para afianzarlo en el tiempo, se debe corregir de raíz lo que se está mal. 

                                            Chile lo vale todo.