En Chile ocurre un fenómeno político digno de destacarse durante los últimos años de democracia liberal. Surgió como una opción real de candidatura presidencial , la postulación a la Presidencia de la Rerpública, la candidatura del político José Antonio Kast.
José Antonio es padre de 9 hijos, de profesión abogado, y actualmente es diputado. De religión católica, defiende los principios católicos en el Derecho Público. En el último programa televisivo que fue entrevistado, Tolerancia Cero, habló de la dictadura Gay. Sostuvo que muchos políticos se dejan influenciar por grupos minoritarios de la población, los cuales por medio de un lobby permanente en el congreso intimidan a los políticos para que incorporan leyes en contra de la sociedad heterosexual.
Ésta intervención de José Antonio ha ayudado a que una gran mayoría del país salga de su anonimato y se pronuncie en contra de este atentado al orden natural. Chile fue uno de los últimos países del mundo en aceptar el divorcio. Y Chile puede ser uno de los pocos países del mundo que no acepte la ideología de género y el aborto. La gran mayoría de la ciudadanía no acepta que se imponga un modelo que propugne la muerte, como es el aborto, ni que estimule la corrupción moral.
¿ Cúales son los argumentos para que no se imponga la ideología de género?. Bueno, las razones son múltiples, pero sólo me detendré en algunos puntos importantes.
Primero: Existe un orden en la naturaleza impuesto por Dios, mediante el cual toda la naturaleza debe estar ordenada a su fin último, el cuál es Dios mismo. En el caso de los seres racionales, Dios dispuso una serie de leyes o mandamientos que debemos esforzarnos para cumplir a fin de tratar de ser agradables a Dios. Esas leyes o mandamientos de Dios están dictaminados por Dios para el bien de cada uno de nosotros. Ese bien no sólo involucra el bien del cuerpo, sino, además, el bien del alma.
El bien común de la especie humana para que se perpetué en el tiempo es la reproducción. Por ello, la mayoría de los seres humanos busca a otra persona del sexo opuesto para unirse y así procrear hijos. Dios bendice esa unión por medio de un sacramento que se llama matrimonio. En ese orden natural , la especie se perpetúa en el tiempo y se desarrolla por medio de todos los beneficios que reciben los hijos producto de la unión sacramental de los padres. Dios crea el sacramento del matrimonio como un vínculo de por vida, a fin de asegurar el largo proceso de desarrrollo que presenta el hombre desde que nace hasta que abandona su hogar.
La sociedad no puede tolerar, algo que actué directamente en contra de su propia esencia. La sociedad sobrevive porque hay reproduccción. Sin ésta nuestra especie hubiera desaparecido hace milenios. Cada parte del cuerpo humano cumple una función, los ojos ven y los oídos escuchan. Romper el orden es corromper el fin.
El error no puede ser objeto de derecho, ya que lo que es objeto de derecho debe estar ordenado hacia el Bien Común. La ley debe hacer mejores a los hombres y no denigrarlos. La inversión del orden natural produce el suicidio social. Lo mismo ocurre en el caso del aborto, ya que se elimina de un modo arbitrario y abusivo aquella vida que está por nacer. Nadie tiene derecho a eliminar al inocente ni corromper el orden natural dando mal ejemplo a los jóvenes.
En este juego de tratar de desafiar a Dios hay un sólo desenlace fatal. El hombre siempre va a tener las de perder, nunca podrá construir esa Babel que alcance el cielo por sí misma. Cristo vence, aún cuando aparezca como si sus principios y leyes estén siendo sacados de la sociedad, al final Dios vencerá. Cuando el Demonio y el mundo creyó derrotar a Cristo en una Cruz de Madera, allí, en esa misma crucifixión surgió el triunfo de Cristo sobre la muerte y sobre el mundo.
Aunque el Anticristo despliegue todas sus alas por el mundo, Dios siempre sostendrá a sus hijos hasta el final de los tiempos.
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