lunes, 30 de marzo de 2020

Coronavirus.

                          En las redes sociales aparece una gran cantidad de información que habla acerca de los efectos del Coronavirus. Las cifras de muertos en Italia y España tienen atemorizado a numerosos países en todo el mundo. Esto se agrava con la información que nos dan científicos, acerca que no existe, un remedio para dicha enfermedad. ¿Qué podemos hacer para mitigar sus efectos?, lo primero que nos recomiendan es el aislamiento, eso en teoría evita el contagio. Lo segundo, las medidas higiénicas, usar mascarillas y lavar muy bien las manos. Sin embargo, los casos siguen aumentando en países sudamericanos y europeos, sin lograr haber controlado la Pandemia.
                            Reflexionemos un poco acerca de la enfermedad, lo primero que nos dicen de la misma, es que los coronavirus existen desde siempre, y que probablemente, más de alguna vez en nuestra vida experimentamos un coronavirus. A pesar de lo anterior, lo que hoy vemos, y es lo que descubrieron al parecer científicos chinos, ha surgido una mutación del coronavirus distinta a las anteriores, más agresiva respecto a su grado de contagio, y con características atípicas, según se da en cada paciente. En un principio se dijo que afectaba a las personas más ancianas y con otro de patología preexistentes. Pues bien, resulta que ahora afecta a cualquier tipo de persona no importando su edad.
                        Según se ha informado, países como China , Corea, Alemania, Japón han sido exitosos en su control con un bajo porcentaje de números de muertos. Por información en la web, se supone que algunos países han logrado encontrar tratamientos más adecuados. Hasta aquí, toda la información es muy difusa y poco concreta. Nadie sabe en definitiva qué hacer. Ningún estudio se ha detenido en investigar acerca de los posibles anticuerpos que pudieran estar presente en el organismo humano para contrarrestar este virus. Sí se sabe que a algunos los afecta más y a otros menos, sin embargo, nadie al menos con la información que dispongo se detiene a pensar por qué a algunos les produce pocas molestias.
                         Lo que es evidente, es que sí existen anticuerpos, ya que a todos no les da igual, a su vez, según la información que se recibe, los casos más graves pasan muy rápido de dolor de cabeza y molestias en la garganta a tener problemas respiratorios extremos. Aquí precisamente me quiero detener, según sugieren muchos, cuando el virus apenas está en la garganta se deben tomar aguas calientes que se supone expulsan al virus hacia el estómago evitando así su paso a los pulmones.
                      ¿ El problema se produce verdaderamente en la garganta?, supuestamente, lo que produce el virus es una sobre reacción del sistema inmunológico el cual crea una sustancia cicatrizante de las vías aéreas que hace colapsar los alvéolos y las vías respiratorias.
                         Por lo anterior, lo que mata es aquella sobre reacción entre sistema inmunológico y sistema respiratorio. ¿Cómo debiera entonces producirse el tratamiento?, a simple vista, se debiera disminuir la sobre reacción del sistema inmunológico y dilatar el sistema respiratorio a fin de evitar que la obstrucción de las vías aéreas no sea total. En teoría, y sólo en teoría, grosso modo, dada la escasa información y sin ser experto, utilizando sólo la lógica, se debieran aplicar terapias naturales y químicas que apunten ambas a bajar esa carga sobre energética del sistema defensivo del cuerpo.
                           Aquí propongo tres caminos simultáneos para intentar bajar la presión de la carga viral; a saber: Primero, utilizar elementos naturales tales como limón orgánico , sal de Mar y hierba del platero, aspirarlas por las vías respiratorias para que las limpien internamente. Segundo, dar al paciente, para aspirar eucalipto vaporizado como baño de vapor. Tercero, fisioterapia, mover el tórax y los pulmones manualmente, a fin de estimularlos por sí mismo a actuar. Cuarto, si es necesario, usar algún tipo de corticoide y relajante muscular a fin de flexibilizar el cuerpo. Quinto, dar baños de sol, golpes de sol fuerte por 20 minutos en la parte pulmonar bronquial. Sexto, tirar chorros de agua helada para producir reacciones sanguíneas que produzcan una vaso contricción a fin de mejorar el oxígeno en la sangre.
                          Finalmente, si todo esto no resulta en el corto plazo, ayudarse de un ventilador mecánico. Aquí pienso que puede estar el error de los tratamientos actuales, llevar inmediatamente a un ventilador mecánico al paciente, eso hace a mi juicio que el sistema respiratorio se desarticule y se vea disminuido para poder volver a funcionar normalmente.
                         Después de la guerra son todos generales, así reza el refrán popular, no se trata de dar fórmulas secretas ni inventar la pólvora, de lo que se requiere es manejar caminos paralelos que ataquen por distintas vías y a la vez una misma patología en el paciente. Si a alguien le interesa esto, lo puede complementar con su tratamiento médico.
                           Y lo primero antes de todo lo anterior, rezar mucho a Dios, para que nos guarde y proteja de dicha enfermedad. Sin Dios, vanos son los esfuerzos humanos.
             

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