viernes, 20 de abril de 2018

La medicina de Aristóteles II.

                                           La medicina moderna, ataca el efecto de la enfermedad, y nunca busca sus causas. Los fármacos son sólo paliativos para amortiguar el dolor. El dolor es a su vez, una respuesta natural del cuerpo para avisar que existe un problema interno. El dolor, es por consiguiente, la bocina que Dios instala en el cuerpo humano.
                                            Eliminar la bocina del cuerpo, sin detenerse en investigar acerca de qué nos alerta, es un gravísimo error. ¿ Error accidental o adrede?, ¿qué es más cómodo?, investigar la raíz de una enfermedad o mitigar el efecto de la misma. Desde el punto de vista del gran negocio médico, atacar los efectos de una enfermedad y muchísimo más lucrativo que buscar sus causas.
                                           El gran atractivo de los médicos es atender el máximo de pacientes en el mínimo de tiempo. Ese es su leit motiv- indudablemente, existen excepciones- pero son las menos. Para el profesional de la salud, en lo posible, lo ideal para él, es mirar muy poco al paciente- en lo posible no tocarlo-, dar miles de órdenes para exámenes médicos y teclear en el computador algunos datos personales del paciente, como su nombre y relato muy breve acerca de lo que cree sentir.
                                         Nuestra medicina moderna no va a cambiar a menos que cambie , o mejor dicho, se invierta el fin que se busca. Si su fin es pecuniario, todo su operar, toda su dinámica galena se va a orientar entorno al dinero. El mercantilismo médico hará que el profesional de la salud se convierta en un mercenario. En éste escenario, quien pierde es el paciente, sí y sólo sí, el paciente. ¿Pero es sólo el paciente?, obviamente que no sólo él, también el entorno familiar que lo rodea.
                                         Con la medicina mercantil, toda la sociedad pierde, absolutamente toda. sin excepciones. ¿Qué ha causado la inversión del fin de la medicina?. Indudablemente, el ateísmo, el nihilismo con sus ribetes materialistas e individualista, allende a la dimensión espiritual del hombre, alejado de su creador, razón primera y última de toda existencia. Al desterrar a Dios de todo el orden social, el hombre queda expuesto al apetito voraz de devoradores materialistas , que basan su existencia en un naturalismo azuzado por la ideología política , que a su vez, se inspira en sectas inmanentistas que operan en forma clandestina a espalda de toda la sociedad.
                                         ¿Qué hacer para corregir el rumbo de la medicina?, la respuesta es evidente, hay que volver a Dios, investigando las causas y los efectos que el Creador estableció en todo el orden natural, hay que leer la naturaleza, la cual se cubre con el bello velo de las apariencias, que como un espejismo, engañan a los sentidos , pero que inspiran a la inteligencia a leer dentro de las esencias que las subyacen.
                                         En las Sagradas Escrituras se dice que la vida del cuerpo es la sangre, pues bien, en la sangre está la clave de una infinidad de enfermedades. Las toxinas que transporta la sangre a  través de todo el cuerpo, conlleva indudablemente, al deterioro de los distintos órganos que componen el complejo sistema biológico del ser humano. Todo tipo de inflamación, toda enfermedad que nominalmente termine en "itis", se origina  a causa de un defecto en nuestro sistema sanguíneo. Los médicos conocen muy bien esto, pero , para sus fines pecuniarios, no les conviene revelar tal información.
                                         Toda alteración del sistema nervioso, se debe, a una alteración del sistema sanguíneo, a una intoxicación en la sangre, El sistema nervioso alerta con una sobre reacción al corazón, para que éste bombee más sangre a fin de generar más adrenalina con un aumento de sangre en los distintos órganos y  por consecuencia, una disminución del tan imprescindible oxígeno, elemento vital para toda subsistencia biológica. La clave para restablecer nuestra salud, es purificar la sangre, si se purifica ésta, ninguna enfermedad podrá socavar nuestra salud.

1 comentario:

  1. https://www.youtube.com/watch?v=1vbtq3yor24
    Chinda Brandolino: Hoy la medicina está al servicio del poder financiero mundial
    CanalTLV1

    no recuerdo si fue en este programa o uno anterior la doctora Chinda Brandolino, médico legista forense de La Plata, explicó que Alfonsín en Argentina fue reemplazando a los médicos con muchos años de experiencia que tenían cátedras en medicina y tenían la escuela europea que trata las enfermedades desde lo humano con médicos de la escuela estadounidense que trata los síntomas y empastilla, bueno lo explique con mis palabras pero si buscan los programas en uno de ellos está mejor explicado por la doctora.

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