viernes, 8 de octubre de 2021

                                                              CHILE 2025


                                               Miles de chilenos copan los aeropuertos de Alemania, la policía controla a cada inmigrante- se les pide sus exámenes de sangre, certificados de antecedentes, profesión, monto de dinero que dispone-, hasta que finalmente se los hace llenar un cuestionario para establecer las razones de ingreso al país. La televisión Alemana manda a periodistas a consultar a los inmigrantes chilenos, las razones por las cuales, los chilenos emigran a todas las partes de Europa y Estados Unidos. Nadie entiende nada, cómo es posible que el país líder en lo económico de América Latina ahora experimente los niveles más grandes de pobreza a nivel sudamericano. 

                                               Uno de los periodistas se acercó a un chileno muy callado y de aspecto abatido, y le consultó en inglés, si le podía contar un poco de lo que está ocurriendo en Chile. El chileno con lágrimas en los ojos, le responde en un inglés bastante precario, que la culpa la tuvieron sus padres y sus abuelos, fueron ellos- le dice al periodista- esos malditos apátridas, quiénes no se opusieron a la revolución que se estaba implantando en Chile. Luego de unos minutos de silencio, el periodista con un tono más suave y humanitario, le pide que le detalle mejor su respuesta. El chileno, con el rostro muy abatido y curtido por las pruebas de la vida, pidió que lo dejara ordenar un poco las ideas. Luego de un instante, dijo:" mis cobardes padres, esos se preocuparon sólo de ellos, no de nuestro futuro". 

                                          Luego continuó:   "Toda la clase política empezó a corromper las instituciones, la ideología marxista lo tomó todo, mucha gente salió por diversos medios a advertir del problema, no obstante, la mayoría de la población no quiso escuchar, todo el mundo estaba feliz recibiendo bonos del gobierno y recibiendo los fondos de sus pensiones por anticipado. La economía creció artificialmente, eso hizo que el consumo creciera, el dinero y los bienes de consumo llenaron las casas y las calles. Nadie es cuchó a los agoreros del desastre que venía, todo era goce inmediato, todo para pasarlo bien. Vinieron una seguidillas de elecciones mientras se promulgaban los textos de una nueva constitución, y la gente seguía en lo suyo, en su metro cuadrado, no les interesaba la política ni lo que hicieran los políticos, total se autoconvencían, yo tengo que trabajar igual, da lo mismo lo que ocurra en política."

                                            Mientras ocurría esa indolencia, llegaban desde el extranjeros millones de personas necesitadas, las que copaban las calles y se tomaban los terrenos que encontraban. Pero todo seguía normal, mis padres, hacían su vida tan normal, que nada ni nadie los movía. Los fines de semana se viajaba a la playa, se comía pizza, jugaban a las cartas y se veía mucha televisión. En paralelo, cuando avanzaban los procesos electorales la gente no iba a votar ni participaba como apoderado para defender los votos de sus candidatos. Lo típico que se escuchaba decir, " no estoy ni ahí con la política", yo vivo mi vida igual". Pero esto que le cuento tuvo un resultado desastroso, luego del cambio constitucional y de suprimirse el parlamento, asumió un dictador el poder con poderes plenipotenciarios, superiores a los que tuvo antes otro gobernante a lo largo de toda nuestra historia. 

                                        El hambre y la delincuencia se apoderó de mi país, los impuestos subieron junto con las expropiaciones, la policía ya no operaba, había sido restructurada de tal manera, que sus funciones propias fueron anuladas. Las Fuerzas Armadas permanecían en sus cuarteles viviendo una realidad paralela, a ellos no les faltaba nada, vivían de hecho en actividades sociales de camaradería, pero el resto de la población era víctima de lo peor de la sociedad.

                                         El periodista alemán lo grabó todo, y le volvió a preguntar, ¿pero por qué no salieron a protestar a la calle?, el chileno le respondió lo siguiente:, "Pero si se lo dije al principio de la entrevista, mis padres y toda su generación fueron unos cobardes y apátridas, simplemente no les interesaba salir a protestar porque gozaban de la holgura económica del momento, con eso les bastaba para ejercer sus funciones básicas  que tiene todo ser humano, pero ahora al acordarme de esos cobardes, los maldigo, me sentenciaron  a la pobreza y al destierro, a vivir una vida errante junto al resto de mis hermanos". Luego de escuchar esto último, el periodista le consultó, ¿ qué edad tenía usted en esa época, el joven le respondió, 14 años. Esa fueron las últimas preguntas del periodista alemán.

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