martes, 28 de junio de 2016

Respuesta a la angustia de un alma.

  1. Es horrible la prueba por la que estoy pasando. Ya no puedo más. Si la Providencia Divina no interviene, estoy que apostato seguro
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  2. ¡¿Hasta cuando Dios vendrá a restituirme en mi primer estado?! ¿Que debo de hacer? A cuanta novena y devoción me he pegado to no avail. Me estoy cansando de rezar ya no se que hacer!!! Jamás daño le hice a nadie, busqué siempre el bien. Cometí errores que todos cometemos, pero siento que hubiese cometido crímenes como los de Yagoda, Blokhin y Stalin. O como si me hubiera robado una hostia y hubiese hecho vainas diabólicas con ella, o matado al cura Ramírez martir de Armero!!! No estoy enfermo, pero esta situación me dejará secuelas psicológicas y físicas!!! Ya no soy capaz de aguantar esta situación. No hago uso de lenguaje grosero para que al menos ustedes dueños del blog me lean o alguna buena alma lo haga! Miserere Mei Domine
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  3. Estimado Amigo:
    Entiendo que se encuentra en un momento de angustia y desesperación. En esos momentos difíciles para el alma el único camino para encontrar a Dios y la paz del alma es nuestra confianza absoluta en el amor de Dios. Nada de lo que pasa en nuestras almas es ajeno al creador.
    Dios nos pone ese tipo de pruebas para que nos abracemos a Él al modo como lo hace un lactante con su madre. No hay en este tipo de pruebas una razón ulterior que trate de justificar la prueba misma. Son sol caminos que debe recorrer el alma humilde para poder alcanzar el amor de Dios.
    Bendita sea la prueba si esta nos lleva al cielo. Y cada prueba nos llevará al cielo si somos humildes y nos arrojamos con todo nuestro ser en ese manantial de amor infinito que viene de Dios.
    Dios nunca abandona a sus hijos. Él nos espera para que nos lancemos voluntariamente a sus brazos. Como consejo práctico, le recomiendo que suspenda sus propios juicios y sus propios sentimientos y se lance sin otro tipo de cavilación que pensando sólo en el amor de Dios.
    San Agustín decía : " Tuyo es el día, tuya es la noche, a tu voluntad vuelan los momentos". Pues bien,incluso en esos momentos de desesperanza y angustia extrema permanece Dios esperándonos a que nosotros demos el paso para abrazarlo con confianza absoluta.
    Un abrazo.

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