domingo, 24 de abril de 2022

                                                            TOTALITARISMO DEMOCRÁTICO


                                                             Chile se acerca a pasos agigantados a una concentración del poder, como nunca antes la tuvo en su historia. El país completo, tanto por su omisión como su participación activa, avalan un proceso de Convención Constitucional ilícito en su origen y en su contenido. A pesar de esto, la gran mayoría de la población, dirigidas por las elite políticas, avalan dicha instancia. Todos están dispuestos,  someter el texto, sea cual sea el que resulte, a votación popular. Como si la razón y la cordura se hayan sustraído de la actividad política o fueran al menos, enemigos de la misma.

                                                          La soberanía reside en la Convención Constitucional, ya no en la Nación, ni en  sus tradiciones, y  valores  culturales. Por el hecho que se someta a votación, per se, involucraría licitud. Las encuestas una vez más, muestran un escenario que no se dará. El Plebiscito de Salida es parte de un proceso revolucionario que debe ser rubricado por un sistema de elecciones. Esa es la única manera de avalarlo y consolidarlo. No importa lo que contenga, si es bueno o malo para Chile, lo importante es votar, ni velar que la ley 18.700 de elecciones populares y escrutinios se cumpla en su totalidad. Todo será a medias, con la habitual de falta de apoderados y normas que nadie pedirá que se cumplan. El autoengaño nacional, resurge en votación tras votación. Existe la norma, pero nadie vela, para que se cumpla al mínimo detalle como está escrita.

                                                       Mientras tantos, se organizan grupos, por aquí y por allá que piensan ingenuamente que todo el proceso democrático es normal. Por otro lado, los cabecillas de los partidos políticos contemplan el espectáculos sentados en sus cómodas oficinas de lo que vendrá para el país. Chile deberá vivir su Pasión Nacional, la cual tal vez dure muchísimas décadas, miles o millones de compatriotas verán a sus hijos y nietos sufrir el hambre, la delincuencia y la persecución política. Pero a nadie le importó, todo se permitió con la anuencia de millones. Cada pueblo tiene los gobernantes que se merecen y el futuro que siembran.

                                                     La pérdida de la razón es un mal nacional, la anulación intelectual no se puede recuperar en un par de años, pueden pasar siglos, hasta que recién se recupere la inteligencia  del país más individualista y materialista de Latinoamérica. Chile es un caso perdido, no tiene vuelta, una Nación que por décadas se dedicó a matar el alma para fortalecer el cuerpo, pero que terminó finalmente matando ambos. Las madres que lloren a sus hijos producto de la debacle que viene, ellas más bien, debieran auto recriminarse, por no haber defendido el bien y la verdad. La suerte está echada, no hay nada más que hacer, esperaré sentado en mi sillón, ver como Chile se hunde cual Titanic. El espectáculo será dantesco, sangriento y muy doloroso, Dudo si tanto dolor podrá hacer recapacitar al grueso de la población..

                                                   Me hundiré con el Titanic, pero me daré el gusto de tocar la música mientras se hunde el buque, la belleza del buen sonido paleará en parte el dolor del naufragio. Que tengan una linda tarde de domingo.