lunes, 17 de abril de 2017

Los Protocolos de los Sabios de Sión y la Tercera Guerra Mundial.

                       En los Protocolos de los Sabios de Sión, lei hace varios años atrás, que estos personajes causarían tres guerras mundiales. Hoy me recuerdo más que nunca de aquella lectura. Estamos al borde de una tragedia mundial donde pueden morir miles de millones de inocentes producto de la ambición de un grupo secreto que gobierna al mundo.
                        No existe una razón para una guerra mundial, sin embargo, las superpotencias se están armando hasta los dientes. El desplazamiento de tropas por Europa, Asia y el Medio Oriente se incrementa día tras día. La adquisición de armas y la fabricación de prototipos nuevos no tiene límite alguno. Está todo irracionalmente orquestado para causar una catástrofe planetaria sin precedentes en la historia del hombre.
                  El Cambio Climático, la Democracia, los Derechos Humanos, el problema del hambre, y todo cuanto cinismo de burócratas y políticos pasó al olvido. Misiles nucleares apuntan, según algunos analistas, desde Rumania y Polonia a Rusia. Y viceversa, misiles rusos apuntas a gran parte de Europa.
              Los grandes acaudalados se encuentran reactivando sus búnker para estar preparados para el momento de la explosión nuclear. Gobernantes de países desarrollados hacen lo mismo, están listos para proteger sus respectivos gobiernos.
              Mientras tanto, millones de personas viven sus vidas sin estar al tanto del peligro que los acecha. Dolor, enfermedades y pestes se encuentran latentes para manifestarse cuando menos se espere. Los que preparan esto se encuentran sacando cuentas alegres de su futuro triunfo y adquisición de un Gobierno Mundial. No importa a quiénes sea necesario sacrificar para sus fines, lo importante es lograr el poder mundial.
             La vuelta a la época de las cavernas está a la orden de la esquina. Más de mil años de cultura y conocimiento científico se pueden perder para la humanidad. Los que queden vivos tendrán una existencia miserable en medio de un ambiente pestilente y radioactivo .
             La suerte está echada decían los romanos, sólo nos queda rezar para que Dios aplace ese gran castigo para la humanidad. Los homicidas que causen la guerra tendrán que cargar sobre sus hombros la sangre de millones.
            Luego de la guerra, vendrá la gran persecución religiosa que tratará de eliminar el cristianismo sobre la tierra. Vendrá el hambre y luego vendrá el hombre de la iniquidad a saciar las necesidades humanas a cambio de una falsa paz y de una nueva humanidad. Muchos seguirán a éste líder mundial, que será instaurado por las mismas sociedades secretas que causaron la guerra.
          Finalmente, vendrá Cristo por Segunda Vez a juzgar a vivos y muertos. Mientras más se acelere la revolución anticristiana, Cristo vendrá más luego.
             Los cristianos debemos rezar para que Cristo venga luego.
           
           
               

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