viernes, 19 de julio de 2013

La última trinchera

      Tal como les he comentado en los post anteriores, el proceso de descristianización y demolición de la sociedad sigue su curso a pasos agigantados. Hacer frente a esa vorágine de estructuras anticristianas es prácticamente imposible. No hablo que debamos renunciar a enarbolar la bandera de Cristo. Por el contrario, creo que dado el poder que ejercen los enemigos de la fe en todas las actividades humanas e instituciones que las representan, no nos queda otra que reducir el combate a lo más interno nuestro.
     El buen combate de la fe va a quedar reducido, tal como se ven los hechos, al interior del alma humana. Es allí donde debemos robustecernos de Cristo recibiendo los sacramentos. Ese buen combate se dio ya en el pasado con los miles de mártires de la fe. Y ese mismo combate, más dramático por los hechos que convergen en la guerra demencial de Satanás y sus pérfidos secuaces, es el que tenemos que librar nosotros.
    La fortaleza del alma debe estar centrada en Cristo. Hay que dejar que Cristo viva en nosotros para que podamos morir por Él. Tal como dice el apóstol: si Dios está con nosotros quien contra nosotros. Ya no queda espacio para las vanidades humanas y las luchas por amor a una fuerza de voluntad propia. Nuestra fuerza y nuestra roca es y debe ser Cristo.
   Si nuestros enemigos nos quieren golpear, que nos golpeen teniendo como escudo a Nuestro Señor. Y vaya contra que escudo se van a dar. En nuestra debilidad va a estar la fortaleza, ya que Dios siempre va a proteger a los suyos. Estamos rodeados de enemigos de la fe por todos lados, sin embargo, el Cielo nos sostiene y nos asiste.
     Vendrá la segunda persecución más temprano que tarde, ya que la primera ya la estamos viviendo y resistiendo. La primera es en el silencio y en el desprecio de todo lo que tiene que ver con Dios. Y la segunda será en medio de la violencia y del odio total. Ambas son destructivas y dañinas, pero una es más astuta y sagaz que la otra. Una abre el camino para la segunda. La primera elimina toda resistencia al interior de la sociedad y lava cada cerebro con nociones y concepciones anti cristianas. La segunda aplica la fuerza al extremo como un medio legítimo para opacar a los rebeldes de la nueva sociedad de la humanidad.
    El camino de destrucción de la sociedad cristiana está alcanzando la cúspide de su objetivo. Ya no va a faltar nada para que alguien actúe como adalid de esta pérfida lucha contra Cristo. Hay que permanecer atentos a las señales. Cada una de las profecías se está cumpliendo, nada de lo que fue anunciado no se cumplió. Esa es prueba fehaciente que Cristo es Dios. Después de la aparente derrota vendrá el triunfo total de la Iglesia. Mientras más se acerque el otro, más cerca está Cristo de su Segunda Venida.
   ¿Vendrá Enoc y Elías en persona para derrotar la criatura de perdición? No lo sabemos, pero tal vez sea lo más probable. Y si están ocultos en algún lugar del desierto como anacoretas, eso es posible. La especulación puede dar para mucho, pero es un hecho que las señales anunciadas se están haciendo más fuertes. Se huele en el ambiente que algo va a ocurrir. ¿Cuándo exactamente? Sólo Dios lo sabe, pero la señal es cada día más potente.
    El espionaje cibernético es una prueba más de lo que les digo. Para la mayoría de las personas de la humanidad esto suene a locura de falsos pitonisos. Pero lo mismo ocurrió para el diluvio, nadie le creyó a Noé y su familia y al final todos perecieron. No soy ni Noé ni nada por el estilo, pero el que quiere ver las profecías estudie a Daniel, el Apocalipsis de San Juan y algunas cartas de San Pedro y San Pablo sobre la Parusía.
     Hay dos o tres países que van a ocupar un rol cable en todo lo que les vengo contando. Por una parte está Rusia, por otra parte está Israel y sus aliados o posibles aliados. Y finalmente aparece Estados Unidos haciendo de trampolín sobre el nuevo orden que se quiere implantar.  Los ojos tienen que estar bien puestos sobre estos tres países, de ellos va a depender el desenlace final de la historia anti cristiana que se viene fraguando hace siglos. Me dirán que he visto muchas películas de conspiraciones y en general de ciencia ficción. Y les tendré que responder que no niego que me gustan, pero de allí que les crea es otra cosa.
     Lo que hay aquí es algo mucho más grave para la humanidad, se trata del porvenir de miles o tal vez millones de almas que van a ser víctimas de la maldad del hombre y por qué no decirlo, de la justicia que viene de Dios. Suenan vientos de cambios, cambios, valga la redundancia, que se harán cada vez más perceptibles. Lo que ocurra será otra señal desde el punto de vista de la fe, ese es otro actor dentro del proceso que les vengo contando.
     Y si todo lo que les digo es una equivocación de mi parte, bueno, al menos nos servirá para estar atentos a las tentaciones del mundo. Pero ojo, sin duda alguna, por mucho que me pueda equivocar, algún día va a ocurrir.

3 comentarios:

  1. Hoy es San Elías. Es extraño pero se celebra a un Santo que aún no ha fallecido.

    ResponderEliminar
  2. Antes del Día de la Ira dicen que viene el Gran Aviso.

    ResponderEliminar
  3. Seguramente,quedaran en distintos lugares PUSILLUS GREX resistiendo al "otro".Quiera DIOS TODOPODEROSO concedernos la gracia de poder estar en alguno de ellos.
    Saludos desde Argentina

    criollo y andaluz

    ResponderEliminar

Solo se publicarán comentarios constructivos y que no contengan groserías y sean mal intencionados.