COMUNISMO POR ELECCIÓN EN CHILE 

                                        Chile inicia un proceso político sin retorno. La democracia ha permitido que, una vez más, un marxista ascienda al poder. El último marxista en ocupar la presidencia fue Salvador Allen, ese experimento político terminó con un fracaso. Hoy el país vuelve a elegir a un marxista, ¿ en qué terminará este experimento político?. Hoy las potencias que apoyan la revolución son otras, más poderosas que las de antaño, con mayores recursos y mejor logística.

                                        Millones de chilenos esperan que su joven presidente les cumpla los que les prometió. Mejores pensiones, mejor salud, mejores viviendas y educación de calidad. El jolgorio en las calles de Chile fue delirante. Jóvenes danzando, bailando, gritando fuertemente su triunfo popular. La gente mayor contemplaba el espectáculo con cierta resignación, apesadumbrados, por el recuerdo de las inmensas colas que tuvieron que hacer, para conseguir alimentos en la Unidad Popular. El mismo país que derrotó el marxismo, ahora lo trae de vuelta por vía de elección. 

                                         Los más contentos, fueron los profesores de Chile, ellos con su resentimiento alimentaron por décadas a jóvenes en colegios y universidades. Les prometieron un mundo feliz, donde los recursos económicos caerán del cielo como el Maná camino a la tierra prometida. Vendrán los nuevos tiempos, de las fuerzas populares empoderadas, las cuáles impondrán su poder popular. El nuevo Chile, emergerá muy pronto, , en la medida que asuma y avance el futuro gobierno, inversamente irá desapareciendo la alucinación de las masas, y vendrá muy pronto la resaca después de la fiesta.

                                         Emergerán nuevos gurú políticos, prometerán volver al orden perdido, pero todo será inútil, al menos , en el corto y mediano plazo. Miles se irán del país, otros tanto, intentarán hacerlo, pero no podrán. ¿ Qué le pasó a Chile? su individualismo materialista lo destruyó. Lo peor que le puede ocurrir a un país, es que muera su alma. Aniquilada el alma, el cuerpo queda a la deriva, se convierte en una masa acéfala, deforme, de aspecto siniestro y putrefacto. El país orgulloso de su historia, de sus 6 guerras ganadas, de sus Fuerzas Armadas disciplinadas y respetadas por sus vecinos, quedará en los anales de la historia.

                                         No llores por mí Chile, no llores, más bien, llorad por vuestros hijos y sus descendientes, que cosecharán lo que sembraron con la desidia y la omisión. Lo que no pudieron otras naciones, los propios hijos de Chile lo hicieron. El país de la blanca cordillera, de los verdes campos y las abundantes frutas, pasará a ser uno de los desiertos más áridos del planeta. Toda una sociedad, enceguecida por el populismo, no tiene perdón de Dios. Traicionaron a sus héroes, mataron a los hijos de su vientre, renegaron de su pasado, ¿ qué se puede esperar de un pueblo así? .

                                          No les hablaré más del futuro, lo experimentarán con el dolor de sus almas y sus cuerpos, será el premio de sus propias traiciones.