sábado, 26 de mayo de 2012

El Ermitaño de la Cuesta de las Chilcas



        Tuve la oportunidad de conocer a este hombre cuando tenía aproximadamente 4 años de edad. El vivía debajo del puente de la Cuesta de las Chilcas en la ruta 5 Norte, camino a Santiago de Chile. Mi papá cada vez que iba a Santiago paraba en aquella cuesta sobre un pequeño puente. Luego descendía unos metros hasta llegar a una especie de cueva. Una vez estando allí, llamaba a este extraño hombre para pasarle un olla con comida.
     El Ermitaño salía al exterior muy silencioso, de hecho nunca le escuché ni una sola palabra. Su mirada era profunda, muy pero muy profunda. Era de esas miradas que calan el alma. Su ropa era harapienta, como rebanada por el tiempo y el clima. Siempre me llamó profundamente la atención que despertara en tanta gente la caridad y a la vez la curiosidad.
    Conozco muchísima gente que vive en condiciones miserables, que vive una soledad no buscada, pero por esas cosas de Dios, ellos no despiertan el afecto de casi nadie. Sin embargo, por un misterio muy profundo, el Ermitaño de la Cuesta de Las Chilcas, con su sólo aspecto llamaba la atención de todos sin decir ninguna palabra. Había algo en su mirada,  un imán que removía las conciencias del mundo.
    Reconozco que la Cuesta de las Chilcas es un lugar tétrico, al menos así lo percibo cada vez que paso por allí. Es un lugar muy cerrado, lleno de rocas inmensas, que me hacen imaginar el comienzo del mundo. No hay nada allí, apenas unos pocos arbustos, y un esterito que corre sólo en invierno.
   El Ermitaño vivió más de cincuenta años en la cuesta. Se decía que él vivía allí a causa de un accidente automovilístico que sufrió su familia en ese lugar. Esta versión no me consta. Otra posibilidad de su aislamiento puede ser algún tipo de desquicio mental. Pero a decir verdad creo que su estadía en ese lugar tan aislado de la sociedad, era para remecer el alma de una sociedad petrificada y ensimismada en sus egoísmos.
    San Benito de Nursia era otro ermitaño, pero este ermitaño era de aquellos elegidos por la Divina Providencia, para serlo sólo por un tiempo. Benito eligió una cueva en Subiaco, en el valle de Anio. Él deseaba vivir sólo para Dios. Su compañía eran las Sagradas Escrituras. Este noble hombre, de familia aristocrática y muy influyente en Roma, decide abandonar las comodidades del mundo para no perder su alma. El motivo de su huída era la corrupción imperante de las costumbres en la urbe.
    A la cueva del Subiaco, concurría gente de todas partes para ver al ermitaño y pedirle consejo. Muchos concurrieron para pedirle a Benito que formara un monasterio. Fueron tantas las insistencias, que el pobre Benito tuvo que abandonar la soledad de su cueva para guiar a aquellas almas en busca de Dios. Llegó a fundar doce monasterios. La gracia asistió a Benito toda su vida. Su hermana Escolástica también se embarcó en la idea de la fundación de los monasterios- de hecho ella había sido consagrada a Dios desde su infancia-. Así surgieron, por todos lados monasterios de monjas y monjes guiados por la Regla que Benito les escribió. Más adelante, la cultura occidental  iba a ser salvada gracias al esfuerzo de los monjes Benedictinos que se dedicaron a transcribir los libros de filosofía y ciencia. Una vez que los Bárbaros invadieron las ciudades destruyendo todo a su paso. Ellos no se atrevieron a destruir  aquellos lugares dedicados a la oración y el trabajo. Ese era el caso de los Monasterios Benedictinos.     De hecho, muchos bárbaros se convirtieron por el sólo ejemplo de aquellos monjes. Los Monasterios Benedictinos quedaron muy pronto en medio de las ciudades, ya que mucha gente construyó sus casas alrededor de donde provenía la fe y la cultura.
      La vida del Ermitaño de la Cuesta de las Chilcas no tuvo los mismos efectos que la vida de San Benito. El Ermitaño de las chilcas no mostró nunca algún tipo de religiosidad, no guió a nadie, no habló nada. No construyó monasterios, ni obró milagros. No redactó una regla, ni quiso convertir a nadie.  Lo único que hizo tal vez sin querer hacerlo, fue vivir solo, en medio de un gran silencio.
    Ermitaño de la Cuesta de la Chilcas, para quienes te conocimos, tu recuerdo sigue vivo sin tener una mayor explicación al respecto. No fuistes un starets del desierto. Más bien, un mendigo en la soledad. Pero algo había en ti, que marcó nuestra alma.
    Mis más sinceros agradecimientos, para todos aquellos ermitaños que eligen esa vida por amor a Dios. Ellos son el Pulmón de la Misericordia de Dios. Y para los que no lo son por motivos religiosos, tienen todo mi respecto. Porque revuelven las conciencias de todos aquellos que se encuentran enfermos, en medio de un mundo donde no existe el silencio y abunda el egoísmo.
   La humilitas de estos hombres, con grandes diferencias y grandes cualidades, nos impulsa a que reconvirtamos nuestras miradas a Dios y al silencio de la oración. El cenobítico de Montecasino, nos ilumine con la sabiduría de su regla: " In primis Dominum diligere ex toto corde, tota anima, tota virtute; deinde proximum tanquam seipsum. Deinde non occidere, non adulterare, non facere furtum, non concupiscere, non falsum testimonium dicere, honorare omnes homines, et quod sibi quis fieri non vult, alio ne faciat."
      Se debe amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda el alma y con toda las fuerzas. Y al prójimo como a sí mismo. No se debe matar,cometer adulterio. No se debe levantar falso testimonio. Honrar a todos los hombres, con tal de no hacer a otro lo que a uno no le gustaría que le hicieran.
                                                                                                                                                                               
                                                    
                                               
                                                
                                                  
                                                    
                                                   
                                                   
                                              
                                                    


      

11 comentarios:

  1. hola buenas tardes, mi nombre es Alexis Barrientos, te felicito por tu nota, la verdad que siempre me ha llamado la atencion de estas personas que viven su mundo sin necesidad de dar explicacion de su pensamiento a la sociedad, tambien debo ser franco que el ermitaño de la cuesta de las chilca fue un persona que me llamo mucho la atencion cada vez que viajaba a limache junto a mi madre, siempre me comentaba hacerca de este señor y siempre quise verlo en la ruta y nunca logre verlo, no tuve la suerte de otras personas, hoy en dia viajo por temas de trabajo por esa misma ruta y siempre que paso me acuerdo de este señor, el llamado de atencion del silencio y del paisaje y de esas grandes rocas que ocultan el secreto del silencio del Ermitaño de la cuesta de las chilcas.

    ResponderEliminar
  2. Estimado Alexis:
    De niño viajaba a Santiago y mi padre que era oficial de carabineros por aquella época bajaba por un pequeño sendero a dejarle comida. El Ermitaño no hablaba, al menos yo nunca lo vi hablar.
    Por lo que he sabido el Ermitaño tenía sus facultades mentales perturbadas. Pero más allá de eso, fue un personaje que removió con su silencio nuestra propia existencia.
    Lo curioso de todo, era que todos le llevaban comida y fue permanentemente alimentado por muchos años por la misericordia de Dios. Piensa cuan afortunado fue respecto de muchos otros que nunca recibieron la caridad de los demás.
    Me alegro que te haya gustado mi post y te invito a participar en el blog en los diversos temas que trato.
    Un abrazo.
    Fray Agrícola.

    ResponderEliminar
  3. Estimados me dirijo a ustedes para que sepan lo hermoso que leer estos escritos llenos de emoción, hoy recordé a este Ermitaño que también conocí,
    hoy lo recuerdo con mucho recogimiento el fue una persona que nos dejo una marca en nuestras vidas.

    agradecimientos Roberto Brito h 53 años

    ResponderEliminar
  4. Hoy día viendo una película de jackie chan. Recordamos por un pasaje de la película a el hermitaño de la cuesta , recuerdo haberlo divisado alguna vez , y un poco lo que se cuenta de su historia, dicen de un medico cirujano de renombre,el cual conduciendo su vehículo se distrajo al discutir con su esposa,y perdió el control del vehículo causando el accidente que se llevo a su esposa e hijos,el se torno un demente a causa de ello y se quedo a vivir en ese lugar, por lo menos eso es lo que cuentan en el camino, fui por varios años un guerrero del camino, trabaje en camiones y escuche muchísimas historias del Ermitaño..aunque hace muchos años no paso por ese lugar, cuentan que construyeron algo así como una estatua, sera cierto...??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Jorge:
      Creo que en lo del Ermitaño hay mucho de mito y folclore nacional. Cuando murió lo escoltaron hasta los carabineros y todo el pueblo de LLay-LLay lo acompañó.
      Cuando lo conocí de niño nunca habló, sólo recibía la comida y nada más. Lo que cuentas nunca escuché que alguien ratificara la historia.
      Lo que sí es interesante el lugar de las chilcas, es un lugar muy especial que hoy está orientado hacia el deporte del escalamiento.
      Gracias Jorge por tu comentario.

      Eliminar
  5. también lo conocí cuando pequeña y ahora por tradicion cada vez que pasamos por ahi tocamos la bocina :) su lo escuche hablar le dijo a mi mama después de darle unos dulces de la ligua que nos cuidará y que dios guiará nuestro camino, yo tenia 5 años aproximadamente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por compartir con mis lectores su experiencia con el Ermitaño de la Cuesta de las Chilcas. Usted tuvo la fortuna de escucharlo, Yo no. Pero creo que ese recuerdo de infancia queda para siempre . Incluso generación tras generación.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. El hermitaño si hablo en una ocasion con un equipo de periodistas de tvn en un reportaje que le hicieron, le llevaron cosas de comer,le preguntaron quw mas le gustaba y el respondio a esa pregunta, le preguntaron si tuvo familia a lo que el respondio que si, le preguntaron si tuvo hijos respondiendo que si y el mismo agregando tambien tenia hijas, en eso le preguntan cuantas hijas tenia y ahi el ya no respondio nada mas empezo a responder con incongruencias y ya desde ese momento tuvieron que alejarse del lugar por que el se puso muy incomodo ya no hablo mas y se retiro de la presencia de esa gente.
    Viajando en una ocasion de 1995 si mal no recuerdo a la Ligua, a trabes de la ventana del bus logre ver a este señor a la orilla de la carretera, para mi fue una gran sensacion pues habia oido mucho de el anteriormente al reportaje a traves de mis padres que en ese entonces viajaban mucho por esa ruta a la Ligua a la costa o a veces mas al norte, saludos....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por la información, desconocía esa parte del Ermitaño. Cuando chico lo conocí y nunca habló en mi presencia. Escuché de casos que se puso muy agresivo. Otros cuentan que era un médico que tuvo un accidente con su familia en ese lugar.
      La verdad del personaje sólo la conoce él y Dios.
      Gracias por el comentario.

      Eliminar
  7. Yo lo conocí. Una noche hace muchos años se nos corto un eje en la cuesta carabineros estuvieron un rato y después se fueron sin aviso apeteció este caballero y con voz profunda nos pregunto kedaron en pana se interesó por la pana dio su opinión y reconoció estamos en una curva muy peligrosa yo le regalé como 7 chocolates k llevaba muy educacado hablo siempre y después tan silencioso como llego se fue al principio me dio miedo con el correr de los minutos fue una conversación totalmente normal donde kieres k estes estimado amigo gracias por la compañía en esa noche de soledad

    ResponderEliminar

Solo se publicarán comentarios constructivos y que no contengan groserías y sean mal intencionados.