domingo, 15 de mayo de 2022

                                                    ¿ INDIGENISMO O HISPANIDAD ?


                                                         En Chile nos encontramos ad portas, de enfrentar, dos modelos culturales en la próxima propuesta de una Nueva Constitución. Esos modelos son el Indigenismo, el cual pretende regresar a una época anterior de la invención de la rueda - ya que los pueblos asentados antes de la llegada de los españoles no la conocían, resucitando el antiguo paganismo que llevó a miles o tal vez millones de seres inocentes, al sacrificio para satisfacer los caprichos de dioses que emergían de las entrañas de la tierra o provenían de astros en el cielo. 

                                                          Estos dioses no se comunicaban ni expresaban doctrinas algunas, incluso, muchos de ellos, carecían de lo más valioso que tiene el ser humano, su capacidad racional, propia de su alma inmortal. La vuelta a la pluma en la cabeza y desplazarse semi desnudos por las calles de un país que ha conocido más de 500 años de civilización avanzada, tal como es la europea - conocida vulgarmente como la cultura occidental-, parece ser una locura colectiva.

                                                          ¿ Qué nos ofrece el indigenismo desde una perspectiva civilizadora?. Lo primero, la eliminación de todas las leyes que conocemos, la cuál involucra, la eliminación de todos los derechos adquiridos a lo largo de la historia, los cuáles son reconocidos constitucionalmente hasta la fecha. Los pueblos originarios, en especial los Mapuches, no tenían constitución, ni leyes escritas, menos Tribunales de Justicia, carecían de colegios, Centros de Formación Técnica, Universidades, Orfanatos, Hospitales, Pensiones Dignas, ni nada que se le parezca. No sabían leer, y carecían de un lenguaje abstracto que les permitiera desarrollar su espíritu y conocer de manera científica. Su lengua apuntaba a lo inmediato, todo orientado a la caza y a la recolección de especies. 

                                                        La guerra permanente, es una característica de los pueblos originarios, a pesar un territorio común, no tenían unidad cultural ni un alma racional. Su vida era en extremo precaria, ni siquiera manejaban el arte de la construcción de pueblos más avanzados como los Aztecas. ¿ Qué les puede ofrecer una constitución indigenista a los chilenos?. Lo primero, llevar al país a un período de anarquía permanente y una pobreza extrema. El riesgo inminente, a ser invadido por países limítrofes más cohesionados. Lo segundo, el control de las principales riquezas. Tercero, la eliminación de gran parte de la población por un reemplazo étnico sin precedentes en la historia nacional. Cuarto, la huida del país de millones buscando mejores oportunidades para sobrevivir. 

                                                         La Hispanidad, por el contrario, cuidó a los habitantes aborígenes que habitaban Chile y los elevó a un estatuto jurídico de súbditos del Rey, los asimiló a los españoles, los consideró como españoles. Para velar que se respetaran sus derechos, se creó El Consejo de Indias, organismo encargado para vigilar que los nuevos súbditos fueran respetados, al ser hijos de Dios, no podían ser considerados como esclavos, tal como ocurrió en los países anglo-sajones.

                                                       La Hispanidad trajo la ciencia, el arte de la construcción, la educación formal, la medicina, la jurisprudencia, y las muchísimas instituciones de caridad. En agricultura se introdujo millares de especies de cultivos hortícolas, frutícolas  y pecuarios, además se crearon los Puertos Marítimos, se estimuló el comercio y se trajeron buques para el transporte de diversas mercancías. 

                                                     Gracias a la religión católica,se reguló la unión familiar, evitando la poligamia, se establecieron leyes de protección a los niños y viudas. El sistema de pensiones proviene desde occidente, entre los aborígenes no existía. 

                                                     La gran mayoría del país es descendiente directa de los españoles y europeos que llegaron a construir y aportar con su trabajo y conocimiento el futuro que hoy gozamos. Lo que hoy ocurre en este indigenismo oligofrénico es abolir ipso facto siglos y siglos de cultura y desarrollo. Desde el momento que algo así se llegara a implementarse en Chile, toda la población que permitió esta destrucción llorará por generaciones su gran omisión de no defender, lo que sus antepasados refrendaron con su sangre, ya que ellos eran gente de honor, palabra que hoy casi no se conoce en Chile.


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