lunes, 20 de agosto de 2012

Hombres de negocios

¿ Cuál puede ser el mejor negocio de nuestra vida?Si me preguntan a mí, les diré ir al Cielo. No existe en este mundo perverso mejor negocio que poder acceder al Cielo y contemplar a Dios eternamente. Sin embargo, nuestra ceguera y falta de fe nos lleva a buscar ganancias transitorias y efímeras como es el adquirir bienes durante nuestra corta vida mortal. Todo nuestro afan está en la búsqueda de riquezas que sacian nuestros apetitos burgueses.
   Renunciar a todo lo que nos ofrece el mundo por amor a Dios parecería ser una locura. Y no obstante esto, a estos locos se los encuentra en el Cielo. ¿ Para qué todo esto que nos afanamos?¿ Para qué familia, autos, casas, hijos, acumulación de riquezas, si en un satiamén lo perdemos todo? Desnudos nacimos y desnudos nos vamos a ir. Tan rápido se nos va la vida que no alcanzamos a percibir cuando ya nos estamos muriendo. Nuestra escala valórica de prioridades se derrumba cuando menos lo pensamos.
    ¿ Debemos entonces renunciar a nuestros sueños de la vida? Yo creo que no, pero no debemos obsecionarnos a toda costa para cumplirlos. En la vida debe haber tiempo para todo: tiempo para amar, tiempo para trabajar, tiempo para recrearse, tiempo para cultivar amistades y finalmente tiempo para reflexionar. Indudablemente las circunstancias de las personas varían. En algunas la lucha del día a día consume todo el tiempo. En otros el tiempo se consume en conversaciones superfluas con conocidos que creemos que son nuestros amigos. Buscar el equilibrio deberá ser el norte que debemos seguir.
      ¿ Para qué este blog? No está hecho para perder el tiempo. Al contrario, este blog pretende ganarle al tiempo de lo que tiene éste de más trascendente. Y por esto mismo quiero contarles algo que me llamó profundamente la atención de una persona que conozco.  El personaje es una persona muy angustiada, con una profunda pena que arrastra una cierta carga negativa a su alrededor. Para salir de su estado se niega rotundamente por los medios que da la Iglesia, vale decir, los sacramentos. Se niega a confesarse, se siente muy intranquilo en el Santo Sacrificio de la misa, en definitiva no quiere la ayuda que viene de Dios.
   ¿ Por qué tanta negatividad a su alrededor? En mi opinión el demonio se mete por la mínima puerta que nosotros le abramos. Desconozco cuál ha sido la puerta que le abrió la persona que les cuento, pero sellar esa entrada sólo lo puede hacer Dios. Sólo basta la buena voluntad del alma para acceder a la ayuda de Dios, y así inmediatamente los demonios que rodean al individuo empiecen a intranquilizarse y alejarse del alma atribulada.
     A lo largo de mi vida me ha tocado conocer a muchísima gente, pero al individuo que describo se diferencia notablemente a todas las personas que conocí anteriormente.  No tengo una explicación racional acerca de su personalidad, pero hay algo allí que me causa un cierto desconcierto. A pesar de ello hay que ayudarlo, hacerlo entender que el único verdadero camino en la vida es la vida sacramental junto con la oración. Cuando el alma pide ayuda y grita desde su interior hay que entregarle amor caritativo. Dios nunca abandonó a aquellos que se lo piden, y menos aún el cristiano puede hacerlo. Si se quiere ir al cielo, hay que buscar almas para que se salven. A nadie se puede privar del amor misericordioso de Dios.
    ¿ Pero quién soy yo para ayudar? Hablando objetivamente nadie. No soy mejor del que tiene una profunda enfermedad del alma, sin embargo, por un misterio insondable que viene de Dios tengo fe. Y por esa gracia puedo ayudar al alma que no la tiene. La gracia de la fe es un tesoro que trasciende la corruptibilidad del alma. Y muchas veces Dios se sirve de esas almas débiles y pecadoras para llegar a otras almas más débiles y más pecadoras aún. ¿ Y quién entiende esto? Sólo Dios y nadie más que Él.
   Cada alma es una historia, es un mundo aparte. Somos millones de seres humanos en el mundo. Cada uno de nosotros representa un verdadero universo. Los recobecos del alma son insondables para el resto de los hombres. Sólo Dios tiene la llave para abrir ese sello que nadie más puede conocer. Hasta nuestros cabellos están contados. Es muy difícil juzgar a una persona, ya que son muchas las aristas que se conjugan en su interior. De allí la prudencia, de alejarse del juicio y ayudar cuando se puede y cuando la persona lo pide. No hay que olvidar que no todos están en condiciones de ayudar espiritualmente si nuestra propia alma es débil y puede ser influenciada negativamente por el alma que se quiere ayudar. Si no se sabe nadar bien más vale no tirarse al mar, pues en vez de salvar una vida pueden perderse dos.
     La lucha espiritual contra las huestes infernales se libra tanto de día como de noche.  Es una guerra sin cuartel. No importa para estos enemigos del alma la sangre que caiga, ya que lo importante es que la gente se condene. El engaño y el subterfugio emocional corresponden a dos armas muy poderosas para ser combatidas. La confianza y la oración profunda, son los dos antídotos contra estas dos armas. ¿ Pero dónde se da la lucha? Evidentemente al interior del alma, de allí el silencio de la guerra. Los exocet espirituales no se ven ni se sienten. Vemos sólo el mundo corpóreo y su andamiaje que seduce a los incautos y a los tibios. ¿ De qué guerra se habla si externamente vemos paz y armonía? Eso de la guerra espiritual es una pura quimera que la vociferan los locos que siguen los fanatismos religiosos. Total después de esto no hay nada, la vida se da en el aquí y en el ahora. Esa sería la reflexión de cualquiera que no conozca muy bien la religión católica.
     El dolor del alma es mucho más intenso que el dolor físico, ya que el primer dolor toma a todo el hombre en lo esencial que tiene de su ser. No existe ningún remedio material que apacigüe el dolor espiritual. Lamentablemente, son muy pocos los que se dedican a curar el alma. O al menos eso parece. ¿ Quiénes son los expertos en el conocimiento del alma? En teoría deberían ser los curas, pero el problema está que actualmente muchos de ellos están más enfermos del alma que las propias almas de los fieles que ellos por vocación y mandato divino debieran curar.
   A pesar de todos los obstáculos que podamos tener frente a las necesidades del espíritu, Dios nunca abandona a quienes le piden su ayuda. Siempre habrá un alma caritativa que asista al débil y al enfermo. Jamás la misericordia de Dios desaparecerá de la faz de la tierra. Aunque sean pocos los que practiquen la caridad, sin embargo, la caridad siempre va a estar. Por muy suelto que el demonio quiera estar siempre estará encadenado bajo la autoridad de Dios. Por mucho mal que exista en el mundo el bien siempre prevalecerá contra el mal.  No importa que millones de cristianos permanezcan fríos e indiferentes frente al prójimo. Habrá uno que no lo haga, y allí estará la Iglesia Católica obrando milagros y transmitiendo el amor de Dios.
     ¿ Cuántos hombres en el mundo estarán con penas del alma? A mi entender muchas, y ¿ Cuántas quedarán solas sin ningún consuelo? Tal vez más de las que nosotros interpretemos que lo están. Entonces, ¿qué deberíamos pensar frente a esta vorágine de acontecimientos preocupantes para nosotros? La respuesta es más simple de lo que ustedes pudieran pensar. El Dios omnipotente lo gobierna todo, nada queda ajeno a su poder. No faltará el consuelo menos esperado y tal vez pasará casi imperceptible.
   Finalmente, todos nosotros de algún modo o de otro sufrimos angustias y tristezas espirituales que nos gustaría eliminar. Pero Dios las permite para purificar el alma y prepararla para poder alcanzar el cielo. De allí la paciencia y la esperanza en el Creador, ya que nada quedará sin recompensa para quien es fiel con el Señor.   
    

2 comentarios:

  1. Eetzerstimado fraile
    Me parece conocer muy bien a ese personaje al que alude. Y a pesar de no poseer los conocimientos con que usted cuenta creo que no cabe sino orar por que ese hombre abra su corazon a Dios. Tal vez no se trate de maldad ni poderes oscuros sino solo de falta de conociniento respecto a la fe y la doctrina.
    Acompanieme en la oracion entonces; nada es imposible para Dios, y hasta la mas pequena de sus creaturas es importante para El. Llegar'a el momento en que este hombre sienta la necesidad de acudir a El, y entonces Dios estar'a esperandolo con los brazos abiertos
    Ubersetzer

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  2. Estimada Übersetzer:
    Respondo dicendum quod: Las apariencias y la Verdad no son buenas amigas. Pero lo que sí está claro es que todo cristiano tiene el deber de rezar por las almas que necesitan más de nuestras oraciones.
    Habrá que esperar un tiempo para ver cúal ha sido el resultado de nuestras oraciones.
    Gracias por su comentario.
    Fray Agrícola

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