martes, 14 de agosto de 2012

Tertulia

            Leer un libro y luego comentarlo puede ser algo muy entretenido.  Pero, ¿qué loco está dispuesto a perder su "tiempo" para dedicarse a comentar un libro entre amigos?. Mejor es dedicarse a ganar mucho dinero para poder comprarse autos último modelo y tener una casa que parezca el Palacio de Buckinghan . ¿ Para qué leer? ¿ Para qué saber? Què cosa más ociosa y aburrida. Dinero, viajes y diversión con eso debieramos conformarnos.
      La lectura es para ociosos que tienen tiempo para ello. Más vale trabajar y trabajar para cosechar dividendos económicos. No hay tiempo para conversar entre amigos ni menos analizar un libro de interés común. ¡Y  vaya que amigos si es que los hay!  Pero si se diera el " milagro" que existiera gente interesada por el sólo gusto de saber, ¿ Con cuál libro les gustaría empezar el  análisis? Los  hay de todos los gustos, desde novelas policiales   hasta   teología y filosofía. Tal vez sea bueno comenzar leyendo libros de historia, ya que la historia nos hace recordar quienes fuimos en el pasado y nos permite reconocer en qué nos hemos convertido. Y si no es historia puede ser poesía, se analtece el espíritu al leer un poema de algún clásico. Tal vez sea entretenido leer libros de cocina, en especial para las mujeres. O mejor será leer novelas de ciencia ficción.
     Existe un pupurrí de libros a nuestra disposición, todos más o menos interesantes, pero ninguno que centre toda nuestra atención. Al menos, eso parece ser el caso de la mayoría de la gente que no lee. En cada libro, existe todo un mundo, un universo pararelo en el cual nos hacemos parte cuando lo leemos. No leer es perder la oportunidad de enriquecer nuestra inteligencia y alimentar el espíritu. En la medida que no leamos, nos volvemos unos brutos.
    De allí la importancia  que en cada hogar exista una nutrida biblioteca que nos alimente con sabiduría para la vida, en especial, para la vida eterna. "Perder el tiempo leyendo" es robarle al tiempo lo que tiene de mas precioso. La buena lectura además nos sirve de compañía, nos hace sentirnos parte de otros, nos obliga a estar atentos acerca de la vida.
   En lo personal me gustan los libros que me dejan muchas enseñanzas. No me gusta leer por leer, eso no me motiva. Siempre cuando leo estoy buscando aprender algo importante para mi vida. De hecho no sería quien soy sin los libros. O mejor dicho, sería peor de lo que soy sin una buena lectura.
    Un libro que me marcó profundamente en mi adolescencia fue " Un perdido" de Eduardo Barrios. Un autor chileno cuyo nombre no cruzó mayormente las fronteras, pero que relata crudamente la vida del Chile de principios del siglo xx. La vida del protagonista del libro más tuvo de agraz que de dulce. La historia del protagonista pudo haber terminado con un final feliz, pero se dejó seducir por los vicios de este mundo. Al final, todo termina en una pobreza espiritual y material.
    ¿ Por qué me marcó el libro? En lo principal, por la enseñanza que me dejó, en especial, aquella que muestra que la vida llena de negligencias y perezas nunca acaba bien. Para lograr cosas en la vida se requiere mucho sacrificio y renuncia. Seguir el camino fácil es lanzarnos difrectamente al aprisco de la ruina y la desesperanza. Para lograr bienes se requiere necesariamente grandes renuncias. Sin sacrificio no hay amor, sin amor no se vive realmente.
    Finalmente entendí que uno debe amar siempre hasta el final, no importe lo que pase. Jamás se debe dejar de amar. El pobre protagonista del libro nunca amó de verdad, de allí su ruina espiritual y moral.  Gracias Eduardo Barrios por haber escrito un libro tan crudo, pero a la vez tan real.

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