A lo largo de los siglos católicos, según ha crecido la veneración hacia Nuestra Señora, se han incorporado muchos títulos a las devociones y letanías marianas. El huracán que arrasó con la costa este de los EE.UU., a fines de octubre recién pasado, nos ha dado un nuevo título: Nuestra Señora de las Tormentas.
Los medios de comunicaciones cubrieron todos los aspectos imaginables del huracán Sandy, mostrándonos casas arrancadas de sus cimientos, montañas rusas tragadas por el océano, paseos costeros destrozados como palitos de fósforos, vecindarios enteros reducidos a escombros. Las peores imágenes provinieron de Breezy Point, un barrio de Queens, donde más de 100 casas ardieron hasta sus cimientos.
Los bomberos, imposibilitados de llegar al sitio del suceso, debido a las aguas que lo inundaban todo, debieron contemplar impotentes cómo el viento agitaba las llamas en un incendio infernal. Cuando todo terminó, el área no conservaba nada más que el suelo carbonizado, excepto por una cosa.
En la esquina de Oceanside Avenue y Gotham Walk, en medio de la devastación, permaneció en pie, intacta, una imagen de Nuestra Señora. Soportó todo: el viento, el agua, las llamas y la lluvia de escombros. Se destacaba como el único objeto reconocible, en medio de un campo de total destrucción.
Un fotógrafo de Associated Press, no católico y, en ningún caso un hombre religioso, según propia confesión, se detuvo junto a la imagen, luego del desastre. Quedó fascinado con la imagen y obtuvo la fotografía, que se ha convertido en la foto más recordada y vista de la tormenta. Al momento de escribirse estas líneas, más de 432.000 informes y comentarios han aparecido en internet, de la que se ha dado en llamar la Madonna de Breezy Point.
La imagen fue instalada en el jardín de la casa de los McNulty, hace ya muchos años. Se ha convertido en símbolo de la fe y la esperanza – un recordatorio de que, sin importar lo que podamos sufrir en este mundo, Nuestra Señora no nos abandonará. La imagen ha atraído a mucha gente, algunos ofrecen una oración, otros dejan velas, flores, peticiones escritas o notas de agradecimiento.
El pastor local de la Iglesia de Santo Tomás Moro, Monseñor Michael J. Curran, visitó el lugar y señaló allí: “Será un símbolo del sufrimiento, pero también de nuestro resurgir de las cenizas. Será un símbolo de lo que nos ha sucedido, pero también de nuestra resurrección. Será un recordatorio de que por todos los bienes que hemos perdido, Dios nunca nos abandonó.”
Sólo podemos rezar para que los líderes de nuestra Iglesia demuestren a Nuestra Señora, tanta fidelidad como la que Ella nos ha demostrado, mientras esperamos la consagración de Rusia a Su Inmaculado Corazón, como nos pidió Nuestra Señora de Fátima.
LA ÚLTIMA OFENSA A NUESTRA SEÑORA DEMANDA UNA REPARACIÓN
Mientras la Madonna de Breezy Point alentaba y daba esperanzas a tantos, Simon and Schuster(una casa editorial) elegía el mes de noviembre para publicar un blasfemo ataque a la cristiandad, titulado “The Testament of Mary”. Esta novela, escrita por un irlandés ex católico, Colm Tolbin, es un relato de ficción acerca del desprecio que imaginariamente experimenta la Madre de Cristo, hacia los auto proclamados seguidores de Jesús.
Brent Bozell ofrece un inspirado comentario crítico sobre este ultraje en The Malicious Mangling of the Virgin Mary. Sin embargo, el New York Times formula un comentario aprobatorio. El centro del ataque de Tolbin a la fe es que los apóstoles se apropiaron de la Crucifixión e inventaron los Evangelios, para su propio engrandecimiento personal.
Nos preguntamos si The New York Times hubiese rendido tan sentidas alabanzas a un libro que atacara al islam y retratara a los seguidores de Mahoma como unos locos y sinvergüenzas. Pero, como de costumbre, está abierta la temporada de caza del catolicismo y, lamentablemente, de Nuestra Señora, a Quien los enemigos de la Iglesia quieren deshonrar. Es el momento de hacer una reparación por estos insultos a Nuestra Señora, especialmente cumpliendo con la devoción de los Primeros Sábados de mes.
(Traducido de Fatima Online)
(Traducido de Fatima Online)
Y como llego la virgen hasta ahí?
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