viernes, 20 de julio de 2012

C.S.Lewis La abolición del hombre

    Sin lugar a dudas, la educación de los niños fue un tema preocupante para Lewis. Él perteneció al antiguo sistema educativo tradicional británico. En dicho sistema se le daba mucha importancia a las lenguas muertas tales como el griego y en especial el latín. La mayoría de la gente de clase alta había sido educatada en internados. El fin de la educación inglesa para las clases medias y altas era obtener gente instruída en las distintas áreas del saber tales como la filosofía, teología,poesía, astronomía, matemática y física.
   Pero como los objetivos de la educación fueron cambiando en parte por el modelo del utilitarismo inglés, la educación se fue centrando en un modelo más pragmático y menos humanista. La instrucción escolar y universitaria tal como la había conocido Lewis fue desviándose hacia un modelo menos rigorista y más técnico del saber.
    ¿ Para qué llegar al conocimiento de la verdad? Eso quedó en el pasado, lo que ahora importa es centrarnos en modelos económicos que nos permitan obtener ganancias inmediatas para mejorar nuestra calidad de vida. ¿ Para qué reflexionar?¿ Para qué la teología? ¿De qué nos sirve Dios en nuestro modelo funcional de sociedad dónde todo avanza hacia un ,mayor bienestar de la sociedad? Ya no es necesario enseñarles a los niños a pensar, sino que hay que enseñarles a utilizar más sus emociones. Queremos gente que viva de sus emociones, no importa el contenido de tal o cuales materias. Si el fin es generar individuos funcionales y altamente eficientes en labores específicas y restringidas del quehacer humano.
    Dejemos que el mismo Lewis nos lance su crítica :
         " En otro librito, a cuyo autor llamaré Orbilio, se realiza la misma operación y con el mismo anestésico general. Orbilio elige " desacreditar" un fragmento ridículo acerca de caballos, en que se alaba  a estos animales por ser " los sirvientes voluntarios" de los primeros colonos en Australia. Y cae en la misma trampa que Gayo y Tito. Nada dice de Rusksh y Sleipnir ni de los llorosos corceles de Aquiles, ni del caballo de guerra del libro de Job-ni siquiera del Hermano Rabito ni de Pedro Conejo- ni de la piedad prehistórica del hombre por "nuestro hermano el buey2; nada, en fin, de todo lo que ha significado el trato semiantropomórfico de las bestias en la historia humana ni de la literatura en que se halla expresión noble y aguda. Tampoco se refiere a los problemas de psicología animal tal como los considera la ciencia. Se conforma con explicar que los caballos no están, secundum litteram, interesados en la expansión colonial. Esta informaciónes, en realidad, la única que entrega a sus alumnos. No les explica por qué la composición es mala, cuando otras, pasibles de la misma crítica son buenas. Y mucho menos aprenden de los dos tipos de hombre que, respectivamente, son impermeables a este tipo de escritura o pueden ser afectados por ella: el que de verdad conoce y ama los caballos, no con ilusiones antropomórficas, sino con amor común; y el irremisible imbécil urbano para quien un caballo es sólo un anticuado medio de transporte". C.S. Lewis, La abolición del hombre, E.d Andrés Bello, Santiago, pág 19.
     La indignación de Lewis, es plenamente comprensible al leer la superficialidad del texto en cuestión. De hecho, en esta primera conferencia expresa su indignación con ironías, pero a la vez con la fuerza de la palabra expresada verbalmente. ¿ Qué clase de educación puede ser esa que se expresa  a través de pura verborrea barata?, ¿ qué pueden aprender los niños de todo esto? La verdad es que muy poco o casi nada. Si el fin del modelo inglés de la época de Lewis era fomentar la lectura, más vale no leer, que leer tonteras.
     Todo esto me hace recordar mi visita a las librerías de los grandes mall. Se muestran una gran cantidad de libros hermosamente empastados, con una gráfica excepcional. Pero partiendo del contenido rimbombante de los títulos deja mucho que desear. Realmente estos libros son huecos, vacíos sin estructura lógica ni menos metafísica de la realidad. Se dicen muchísimas palabras cliché, con el fin de manejar la emocionalidad de los lectores, pero no se fomenta su capacidad de análisis ni menos se satisface su deseo de saber. Todo ha sido llevado al plano de la simple emotividad.
   El lector moderno, es un lector muy sensible y dado mucho a buscar la literatura cebolla. Yo diría que la gente lee mucho ahora, pero lee muchas porquerías. Creo que Lewis fue visionario frente a la crisis del sistema educativo moderno. Vio en un par de textos, toda la literatura mercantil que iban a ser víctimas las generaciones futuras dentro de las cuales me incluyo.
    

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