sábado, 21 de abril de 2012

El infierno lo hicimos nosotros


 

El Infierno lo hicimos nosotros

       El siguiente post trata acerca de una lectura del libro del Padre Gabriel Amorth " Habla un exorcista". En este libro me llamó profundamente la atención la siguiente afirmación de un demonio bajo el rito de un exorcismo:" Ustedes creen, dice el demonio interrogado, que el infierno lo hizo Dios, pues no, se equivocan, fuimos nosotros".
      Esta afirmación del demonio interrogado me llamó profundamente la atención.  Una de dos, el demonio decía la verdad, o como es habitual en él, hablaba una más de sus mentiras para engañar al exorcista que lo interrogaba. Pensé, no creo que el demonio sea tan tonto para decir la verdad, pero sin embargo, el padre Amorth le creyó, porque después hizo un comentario a favor de dicha afirmación.
     Tomé la decisión de analizar dicha afirmación del demonio, y llegué a la conclusión que estaba diciendo una herejía, ya que sólo Dios es causa eficiente y formal de toda la creación. Él es el principio y el fin de todo, es ÉL el artífice de todo cuanto existe, incluído el infierno. Afirmar que nosotros somos la causa era para mi decir que somos los coautores de la creación, me olía a gnosticismo, dos principios que se entremezclan. Decidí enviarle mi opinión del problema a un antiguo profesor muy identificado con el tomismo, y esto me respondió: Los demonios tienen razón en cuanto que la causa de nuestra condenación, tanto la de los demonios y la nuestra, se debe únicamente al mal uso de nuestra libertad. Y en ese sentido, somos los causantes del infierno. Nuevamente al recibir esta respuesta mi pobre cabeza me dió vueltas y vueltas, hasta que me dije a mi mismo: Por la justicia divina Dios crea un lugar para aquellos que lo rechazan y que no desean aceptar su misericordia. Pero por nuestra ceguera nos acercamos a ese lugar. En términos simples, Dios crea el lugar, y nosotros por sí mismos nos metemos adentro.
    Pero entonces ¿cuál es la respuesta definitiva?, yo me inclino por mi respuesta, Dios creó el infierno, como lugar de justicia para los que lo rechazan, y si bien, el hombre es en parte la causa de su propia condenación, no por ello puede ser considerado como causa eficiente de ese lugar de tormentos. Dejo para el debate la diversidad de opiniones.

7 comentarios:

  1. Estimado Fraile:
    Bienvenido sea el debate.
    Y para emperzar planteo una pregunta ¿si el tiempo y el espacio no existen, dado que sólo hay movimiento, puede haber un lugar llamado infierno? ¿No será que el infierno es un estado del alma?
    Saludos. TOMISTA MEDIO ILUSTRADO.
    PD: Como verá lo persigo hasta en su blogo.

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    1. Estimado Amigo:
      No entiendo muy bien su pregunta, pero trataré de hacerlo. Evidentemente, Dios es allende al espacio y al tiempo, en cambio, sus criaturas han sido creadas en el tiempo. En el caso de las criaturas espirituales se miden por el tiempo en cuanto a los pensamientos y afectos, y se mediden respecto a la eternidad por participación en la eternidad de Dios. Su ser es participado, son inmutables en la naturaleza y son moviles en sus operaciones.
      En el caso del ser humano,que es con mayor razón un ser temporal, ocupa un espacio y habita en el tiempo. Su parte inmortal que es el alma, se asemeja al ser espiritual de las creaturas angelicales, y por ello, tendrá en el caso de ir al cielo, una eternidad por partipación.
      En Mateo 25,41 se nos dice "Entonces dirá también a los de su izquierda; Alejaos de Mí, malditos, al fuego eterno;preparado para el diablo y sus ángeles." Aquí se ve muy claramente que el infierno es un lugar, ya que es el lugar preparado por Dios para el diablo, sus ángeles y los condenados. Además, es parte de la doctrina católica creer en la resurrección de los cuerpos, y por razones obvias estos van a ocupar un lugar.
      Por las razones antes expuestas, desecho rotundamente la idea que el infierno sea meramente un estado del alma. Es un estado y además ocupa un lugar.¿Dónde? No lo sabemos.
      Me alegra que me siga en el blog y para este tema le sugiero darle una miradita al Tratado de los Novísimos de la Suma Teológica donde se pueden encontrar algunas luces sobre este complicado asunto.
      Saludos

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  2. Para ilustrar al tomista medio ilustrado sugiero que, por ejemplo, empiece por la cuestión 69.
    De todas maneras, y como Santo Tomás en este punto no es definitivo (por lo menos así lo dice el comentarista de la edición de la BAC, dominico y por tanto más baqueano que yo en esos campos), hay que andar con cuidado en este tema.
    Baste recordar que, por una parte, resucitaremos en cuerpo y alma, y en cuerpo y alma nos iremos al cielo -Dios lo quiera, aún con un larguísimo pasaje por el purgatorio- o al infierno.
    Y por la otra, como bien anota el fraile que tiene a bien hospedarnos, al resucitar hay operaciones y, en consecuencia, movimiento.
    Acerca de la modalidad de esas operaciones y el consiguiente movimiento, como en cuanto a las características "espaciales" del Cielo -o la Patria, como muchas veces dice con gracia Santo Tomás-. sólo podemos presumir que serán bastante distintos de los que conocemos.
    G.Chester.

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    1. Estimado Amigo:
      Tiene razón en afirmar que Santo Tomás no es definitivo en esta cuestión, y no lo es, precisamente porque estamos en el plano de la especulación teológica, y no sabemos a ciencia cierta el cómo opera la eternidad de Dios en sus creaturas. La dimensión espiritual es muy difícil de estratificar, en especial, cuando uno se encuentra en ámbito material.
      ¿Cómo será verdaderamente el cielo?, ¿cómo será verdaderamente el infierno? nunca lo sabremos a cabalidad en esta vida terrena, salvo lo que se nos dice a través de la Revelación. Un minuto en el infierno puede ser como una eternidad considerado desde nuestra esfera temporal. Y a su vez, mil años en la tierra puede ser como un minuto en el cielo. En ambos casos no existe un parangón exacto.
      Santo Tomás no es Dios, a veces quisieramos que nos dijera todo, que nos abriera el velo de la verdad de Dios. Pero él es sólo un escogido por Dios, para iluminar en parte a seres curiosos como nosotros, que no descansan hasta trata de alcanzar la última respuesta.
      Inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en ti, nos dirá el Hiponense, y así es. No descansaremos hasta llegar a conocerlo todo.

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  3. Para traer un poco de alegría a este valle de lágrimas les recuerdo que:
    "A los blancos hizo Dios,
    a los morenos, San Pedro;
    y a los negros los hizo el Diablo,
    para tizón del infierno".
    Desde la perspectiva entonces de Martín Fierro, nuestro Quijote, fácilmente puede deducirse que el Infierno es un lugar y que fue creado por Dios, para que vayan los negros.
    Y no me acusen de discriminador, les diré que me refiero a los negros de alma.
    Ya sin ironía, además de que en muchísimos textos se alude al infierno como un lugar (bien que no sabemos cuán parecido o distinto a los "lugares" que ahora conocemos), los suplicios y consiguientes sufrimientos de los condenados son operaciones, o movimientos.
    Saludos.
    Garra de Jaguar.
    Garra de Jaguar

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    1. Estimado Amigo:
      Estoy plenamente deacuerdo con Usted. El punto es que debemos pasar la prueba, que es la vida, para poder ir al cielo. Y nuestra alma es combatida día y noche para alejarnos de nuestro bien máximo que es Dios.
      Así sólo nos queda confiar con humildad que la gracia de Dios nos sostendrá en el buen combate de la fe.
      Un abrazo.

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  4. Gracias Fray Agrigcola y gracias Chester. No solamente por ilustrarme, con sus datos me voy a dar un lustre bárbaro en los círculos neotomistas postilustrados -léase posteriores a la "Ilustración"-. TOMISTA MEDIO ILUSTRADO.

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