miércoles, 18 de abril de 2012



                                             Sub Anima

                    Quisiera comenzar hablando en este primer post acerca de lo que sucede en el alma. Más de alguno me dirá que tema más complejo se me ocurrió elegir. Efectivamente, no es fácil conocer aquello más esencial de lo cual está compuesto el ser humano. El alma humana es la parte superior del hombre, ella es la que presenta como función primordial la inteligencia. La inteligencia, por consiguiente, es un atributo esencial del alma, sin ella, el alma simplemente no existiría.
                   El alma tiene por un lado la inteligencia, y por otro, la voluntad. Inteligencia y voluntad subsisten en una unión intrínseca, sin la cual, la una no se explica sin la otra. Los seres humanos, somos iguales, o mejor dicho, somos semejantes por nuestro cuerpo animal, que en el fondo es una unidad bilógica, con procesos fisioquímicos. Desde el punto de vista de las funciones biológicas, en nada nos diferenciamos, nacemos, nos nutrimos, crecemos y reproducimos. Por consiguiente, tenemos una naturalezas instintiva común, de allí la confusión que se produce en nuestro intelecto de ver como nos asemejamos físicamente, y cómo a su vez nos diferenciamos en nuestro obrar.
            La diferencia específica que marca nuestra individualidad, que es sin duda irrepetible, es el alma intetectiva y volutiva. Cada uno de nosotros agota su especie desde el punto de vista de su principo espiritual que lo anima, somos sólo nosotros frente al mundo que nos rodea. Pertenecemos a una Grey, pero pertenecemos desde nuestra propia individualidad, tenemos un sello indeleble entre nosotros y el creador. De allí tanta confusión que se produce en el mundo, de allí tantas disputas entre los hombres, tantas diferencias, tantas animadversiones que se producen entre unos y otros, hasta llegar al punto que el otro se transforma en un verdadero fastidio. ¿Cuántas traiciones se producen? Muchísimas y todos los días, cuántas mentiras se dicen a diario en la sociedad, incluso entre los grupos más cercanos, parientes, amigos y colegas. Alguno más suspicaz me dirá, que el inicio del problema del ser social del hombre se produjo desde el momento en que Caín mató a Abel.
       Si los primeros hermanos hicieron eso, entonces, ¿qué se puede esperar de nosotros?. Heredamos entonces la Ira, el Rencor, la Codicia, la Lujuria, la Soberbia, en resumen, el mal en general. El Pecado Original, es la respuesta final a tanto mal en el mundo, todo nace a partir de la desobediencia del primer hombre Adán y la primera mujer Eva, ellos abiertamente desobedecieron la primera ley que Dios dictó al hombre. De la desobediencia vendría entonces, la animadversión entre los hombres, y siguiendo un proceso inverso, la paz verdadera sólo podría venir a través de la obediencia a las leyes que Dios nos da. Si obedecieramos cada uno de nosotros la Ley de Dios, la guerra desaparecería de la faz de la tierra. Existe tras este razonamiento una lógica, pero no seamos ingenuos, ni falsos pacifistas, cúando el hombre, mejor dicho, cúando la humanidad podrá ponerse deacuerdo para obedecer al unísono las leyes que Dios nos manda. Como humanamente esto no es posible, si queremos hacer el bien, tendremos que seguir soportando a los otros, por muy fastidiosos que a veces estos sean.
     Hacer el bien, y evitar el mal, esa deberá ser la máxima de nuestra vida.
    
  
          
             

9 comentarios:

  1. Estimado Fray Agrícola:
    Como podrá advertir, lo sigo hasta en su blog y, como no puedo con mi genio, debo decirle que, para empezar, ha sido muy tomista.
    Ironías aparte, su reflexión es valiosa.
    ¡Adelante! Que no se pide que venzamos, sólo que no nos rindamos. Saludos. G.Chester

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  2. Buen Fraile: Paréceme que el problema no tiene solución pues, como me dijo un viejo profesor de filosofía del derecho, agnóstico y adscripto a la filosofía crítica -aunque no en su perfil neomarxista-, el viejo tema de hacer el bien y evitar el mal debe tener, en ultima instancia, un fundamento objetivo con mayúscula, y ese sostén se perdió el día que los filósofos, en su gran mayoría, echaron a Dios de sus esquemas.
    Sin embargo, en el día a día, en la comunicación con el prójimo, la prédica de la virtud, y mejor aún, el ejemplo silencioso, por la gracia de Dios N.S. puede abrir "espacios" de paz, en tanto la verdadera paz empieza en uno mismo.
    Vale recordar el himno de la liturgia de las horas, en la parte que dice: "dáme como te lo pido, concordia de cuerpo y alma".
    Saludos. Garra de Jaguar.

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  3. Respuesta a los amigos G. Chester y Garra de Jaguar:
    Les agradezco a ambos su franqueza en sus comentarios. Trato de seguir mi propio carril, sin embargo, sigo muy marcado por la filosofía escolástica. Un autor de un blog amigo me hizo la siguiente pregunta: ¿Crees tu que es posible convertir al mundo actual con el discursito "esto lo dijo Santo Tomás"? Y siguió ¿Acaso los jóvenes se van interesar en la fe con la simple enunciación de un filósofo medieval?. Si tu fin amigo Fray Agrícola es ayudar a la conversión de la sociedad al cristianismo, vas a estar obligado a cambiar el discurso teológico tradicional.
    En parte le encontré razon a mi amigo y en parte no. Sin duda hay que mezclar el fundamento de la filosofía escolástica, con palabras más sencillas y cotidianas. Pero evidentemente, nunca se debe tranzar en la verdad. El riesgo siempre va estar en caer en los llamados neotomistas, neoagustinianos, etcétera. Gran desafío.

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    1. Totalmente de acuerdo con usted. Y subrayo lo grande del desafío. Un abrazo. G.Chester

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    2. Vale aclarar que lo de "neo" no es tanto por nuevo cuanto por agrio, en la medida que se quedan en las citas. El gran desafío está en la traducción, por aquello de tradutore tradittore. Saludos. GArra de Jaguar.

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  4. Fray,

    Leyendo su blog de usted me pregunté lo siguiente: ¿hay lugar en el mundo para los tomistas de estricta observancia? Le pregunto porque yo no soy ni muy tomista, ni muy estricto, ni de mucha observancia.
    ¡Enhorabuena que ande por aquí!

    El Viajante

    PD: ¿Nos conocemos?

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    1. Estimado Amigo Viajante:
      En atención a Usted debo decirle que los libros nos unen, pero la geografía del mundo nos separa. Y por favor, siga escribiendo, no se oldive que los libros nos acompañan e iluminan en nuestra soledad. Y ¿Qué sería de nosotros sin los libros?, realmente no me veo sin ellos, mi espíritu se regocija con una buena lectura.
      Respecto a su pregunta sobre si los tomistas de estricta observancia tienen cabida en el mundo, debo responderle que por supuesto que si. En ningún caso los ataco, sino que hago una crítica constructiva para ellos. Pregúntese usted mismo ¿Por qué la decadencia del tomismo? Piense bien lo que va a responder, pero en mi opinión, parte de la culpa la tienen ellos mismos.
      Un abrazo y por supuesto que nos conocemos.

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  5. Cada vez más estimado fraile: Me pregunto y le pregunto, dado que Santo Tomás leyó, o por lo menos trató de leer, cuanto se había escrito hasta su época, con el propósito de echar luz y, como diría Alonso Quijano, "desfazer entuertos" teológicos, filosóficos, "anque" morales, sociales y políticos, ¿no deberíamos, en esa línea, estudiar la obra de los autores "paradigmáticos" de la posmodernidad y sus fuentes? Por mi parte, he decidido dedicarme a dos de ellos, interesantes por cierto: Foucault y su inspirador Nietzsche. Por supuesto que con la debida precaución.
    Saludos. TOMISTA MEDIO ILUSTRADO (PERO MAS LUSTROSO QUE NUNCA).

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    1. Estimado Amigo:
      Siempre es bueno estudiar los errores, en especial, los que nacen de la filosofía. Para eso hay que tener una buena base teológica cuando se lee este tipo de autores.
      Siempre recuerdo el caso de un amigo que en su primer año de universidad quedó deslumbrado con Nietzche. Yo estaba todavía en el colegio y me hablaba todos los días de ese mesías que había encontrado. Finalmente, este amigo terminó perdiendo la poca fea que tenía, se volvió marxista y empezó a odiar al entorno social en el cual estaba inserto.
      Me gritaba a los oídos" Dios ha muerto" ha nacido el super hombre, la religión es una invención de los débiles como tú. No hay amor, lo que hay es goce y pasión, el amor no existe, nace en la pasión y muere en ella. Lo que tu llamas amor pobre hombrecito, es el resultado de puros procesos químicos que se producen el tu cerebro.
      Ahora, soy verdaderamente libre, me libré de mis ataduras que me habían sido impuestas en el colegio católico en el cual estudiamos. Cada hombre es como un verdadero dios, sin límites, sin un después, solo con un ahora.
      Vivíamos por aquella época en pleno gobierno del General Agusto Pinochet, y fue esa figura de orden y de estabilidad quien despertó el odio en este pobre individuo. Fue a cuanta protesta se hizo contra este gobierno, su anarquísmo lo desbordó, hasta llegó a participar en hechos de violencia.
      Este fraile ni loco ni perezoso tomó la decisión de alejarse de él, ya que hay un dicho popular que dice, quien a mal árbol se arrima, mala sombra lo cobija. Doy gracias al cielo de haber tomado tan sabia decisión, es imposible construir una amistad verdadera con quien está gobernado por el odio y la envidia.
      Finalmente, Dios no ha muerto, pero Nietzche si murió, y vaya cómo murió. Lea, pero ármese bien.
      Un abrazo.

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