jueves, 26 de abril de 2012

"Nosotros los filósofos somos los que debiéramos gobernar el mundo"

  Siempre recuerdo de mi primer año de filosofía, cuando unos compañeros me invitaron a estudiar con ellos en medio de una laguna y muchos jardínes que se encuentran adyacentes a mi universidad.
    No pude llegar a la cita tal como acordamos, otros menesteres me retrasaron, pero ese hecho, marcó algo que jamás se me va a olvidar. Cuando llegué finalmente a la cita, estaban todos leyendo La República de Platón. Al llegar  me quedaron mirando con un silencio sepulcral." Discúlpenme - les dije- por llegar tan tarde, pero el hecho es que llegué" A continuación uno de ellos me mira, toma una especie de cigarro, con un olor extraño-después supe que era marihuana- me mira y me hace la siguiente afirmación: ""Oye loco, cierto que los filósofos somos los que debíeramos gobernar al mundo". En el momento se me pasaron miles de ideas por la cabeza, no sabía como responderle, pensaba una y otra vez cúales eran las cualidades de los filósofos y su don para gobernar. Lo único que atiné a decirle es que si las cosas así sucedieran, el mundo sería más loco de lo que es. Luego de esto, preferí retirarme no por los díalogos que allí se sostenían, sino por las drogas que se estaban consumiendo.
    La pregunta quedó siempre abierta en mi cabeza. Me preguntaba si los filósofos tenían cualidades de gobernantes, pensaba qué filósofo me hubiera gustado que me gobernara. Pero no lograba encontrar una respuesta contundente para mi pregunta. Ingenuamente, creía que Platón cumplía ciertas cualidades, ya que tenía cierta noción del bien natural, pero una cosa es la teoría y otra muy distinta es la práctica. La política está orientada a la acción, y la filosofía más a la contemplación. Después pensé en San Agustín, pero ocurría exactamente lo mismo, no era un hombre que versara sobre las cosas que atañen al ordenamiento práctico de la polis, él era un filósofo dedicado exclusivamente a la contemplación de la verdad, su saber era más teórico, que práctico.
    Pasé por varios filósofos hasta llegar a la conclusión que un filósofo no puede ser un buen gobernante, ya que su objeto de estudio es un saber abstracto, a diferencia de lo político, que es práctico. Pero no me quedé con esta sóla respuesta, ya que me hice otra pregunta, ¿Cómo puede la política gobernar sin una noción del bien? Ya que el gobierno de la polis tiene un fin, y ese fin debe ser siempre el bien común de aquellos que se gobierna.
     Así como un filósofo no sirve para gobernar, así también, un político sin un fin trascendente de su gobierno tampoco sirve para gobernar. La condición sine qua non para gobernar va ser siempre el bien común, y quien se aleje del fin para lo cual es concebida la política se va a transformar en un tirano para los demás. Pero entonces, dadas como están las cosas actualmente, ¿quiénes nos gobiernan? La respuesta es obvia, los tiranos. Nos gobiernan con su tiranía de caprichos, corrupciones, contubernios, nepotismos, y cuanto a ustedes se les pueda ocurrir. Lo que menos hay, es la participación en el gobierno de los ciudadanos, estos son sólo objeto de validación del sistema con sus votos.
    Después de la Parusía podrán gobernar los justos, pero cuando esto ocurra, habrá pasado mucha agua bajo el río.
    

       

15 comentarios:

  1. Estimado Fray Agrìcola:
    En mis ratos de ocio leì varias obras de Raymond Aron que, en realidad, es más un sociòlogo de la polìtica que un filosofo político.
    De todas maneras, cuenta el francés que, llamado por el entonces presidente. el general De Gaulle, este último le planteó un problema de gobierno.
    Aron respondiò con una clase magistral de ciencia polìtica y De Gaulle le agradeciò la transmisión de su sabiduría sobre el particular, para finalmente decirle:
    Todo eso está muy bien, pero ¿qué debo hacer concretamente aquí y ahora, o qué harìa usted si fuera presidente de Francia?
    Dice Aron que tartamudeó algunas excusas y se retiró avergonzado.
    Un abrazo.
    Garra de Jaguar.

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  2. Estimado Amigo:
    Ja,ja,ja,ja, eso pasa cuando la gente es demasiado teórica. Le ocurre también a los economistas, si usted le pregunta a uno de ellos cuánto vale un kilo de pan lo más seguro le responderían que no lo saben.
    Es curioso, se supone que el que tiene el conocimiento teórico debiera conducirlo muy fácilmente a lo práctico. Pero la realidad nos muestra que muy rara vez se produce esto. Para traspasar el conocimiento a la realidad hay que tener una determinada capacidad de liderazgo y un muy buen poder resolutivo. Ese don, muy pocos lo tienen.
    Un abrazo.

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  3. Es una pregunta interesante.El principio del buen gobierno supone límites externos a la acción del monarca, sea éste una persona o una asamblea. La respuesta de la tradición es el respeto a las costumbres, la fe y el bien común. La noción misma de tradición supone la actualización constante de los principios para adaptarlos en su aplicación al momento en que se vive. Un buen tema sin duda para reflexionar. Saludos Agricola

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    1. Estimado Amigo:
      Estoy plenamente de acuerdo con usted, pero le pregunto ¿ A quién le corresponde actualizar los principios de la fe? Al monarca, a la asamblea, ¿a quién?. Usted buen amigo me dirá al monarca, pero si este carece de la fe, si la asamblea carece de la fe y en fin, si la misma Iglesia carece de la fe.
      En mi opinión, si esto sucediera debiera ser al que le ha tocado el privilegio de tener el conocimiento de la verdad.`Por consiguiente, saber la verdad involucra una gran responsabilidad, y se nos va a juzgar por el modo en que nos hicimos cargo de ella.
      Espero su respuesta.
      Un abrazo

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  4. ¿Si esto sucediera? ¿Y no sucede que, demasiadas veces, al escuchar a nuestros pastores parecería que ellos mismos se preguntan, como hizo el procurador de Judea: quid est veritas?
    AMP CATECUMENO DE TRENTO.

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    1. Estimado Amigo:
      Dios lo escuche y el diablo se haga el sordo, cómo yo quisiera que nuestros sacerdotes se preguntaran cuál es la verdad. Ya esa inquietud en ellos haría que vieran las cosas de un modo más sobrenatural. Pero lo que yo veo es más la indiferencia y la flojera mental, más que un inquirir del espíritu para buscar la verdad.
      El primer buen paso para alcanzar la verdad, es preguntarse por ella, si bien en el caso de Pilato su avance quedó trunco, eso ocurrió porque privilegió más los respetos humanos, que la verdad de Dios.
      Un abrazo.

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  5. Estimado Fraile:
    Diz que, según Aristóteles, la "curiositas" puede llegar a ser un vicio.
    En el entretanto, vale decir en la medida que la repetición no lleve a constituir ese hábito operativo malo, y en la inteligencia de que con sus respuestas no va a perder el anonimato, ¿tendría usted la bondad de señalar la época de sus estudios y la universidad?
    Al fin y al cabo yo ya le dí esos datos de mi historia personal.
    Saludos. G.Chester.

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    1. Estimado Amigo:
      Estudié en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en la década de los 90. Si desea hacerme pregunta más personales me las puede hacer a mi correo de Fray Agrícola. Le agradezco su franquesa al preguntar, por lo visto tenemos una diferencia generacional que se estrecha y unifica por la fe.
      Si una cosa yo valoro, es la experiencia de vida de las personas, en lo particular, aprendí muchas cosas que debo hacer y cuáles no, por mis díalogos de la experiencia de los demás.
      Cada vida, amigo mio, es una historia, una historia de pecados, alegrías, tristezas, triunfos y derrotas. Poder compartir esas experiencias con los demás, fortalece nuestros espíritus. Todos podemos ser un aporte positivo para los demás.
      Chester, siga adelante con sus comentarios francos y juiciosos, yo los valoro mucho.
      Un abrazo.

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    2. Estimado Fraile:
      Gracias por los datos.
      Debe usted saber que, por un tiempo, y a partir de conjeturas cuya falta de fundamento queda ahora en evidencia, supuse que era mucho mayor, tanto mayor que yo como yo lo soy de usted, en cuanto estudié en la Universidad en la década de los 70.
      Habrá de causarle gracia que, partir de algunos indicios colegidos de sus reflexiones, hesta estuve tentado de preguntarle si tenía su apellido consonancia con los sauces -en inglés-, o dirigirme a usted como al fraile "viudo".
      Para ser más claro, llegué a sospechar que podía usted identificarse con un filósofo chileno que, si mal no recuerdo, vive o enseñó en Valparaíso: J.A.Widow y de quien leí un valioso trabajo que debo tener en algún rincón de mi biblioteca titulado, si mi memoria no me falla, El Animal Político.
      Sea ello como fuere, lo cierto es que usted debe andar cerca de los cuarenta, como yo de los sesenta, y desde mi edad le digo que sus reflexiones son valiosas, entre otras cosas, porque tienen el "tinte" propio de un hombre con una humildad intelectual y una prudencia especulativa que, hoy día, no se encuentran en los de cuarenta.
      Seguramente influye su vida recoleta en el campo.
      Saludos.
      G.Chester

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    3. Estimado Amigo:
      Para saciar su curiosidad, debo decirle que tengo 41 años, estudié filosofía, me titulé, pero nunca nadie me contrató. Nunca hice clases de filosofía, sólo llegué a ser ayudantía de análisis de texto. Ese fue todo mi pasado filosófico. Otra cosa, es que yo sigo estudiando, me encanta la filosofía cristiana, en especial me interesan los temas teológico, de los cúales por gracia de Dios tengo un gran conocimiento intuitivo.
      Pasé grandes dificultades económicas durante mucho tiempo, hasta que La Divina Providencia me habrío otras puertas muy grandes y formé una empresa agrícola. De hecho me he especializado en nutrición y tengo varias innovaciones en este campo. Así que la filosofía para mi es un hobbi, pero un hobbi que me apasiona.
      En cuanto a Juan Antonio Widow, lo conozco, me hizo clases de metafísica y lógica. Pero en honor a la verdad, no aprendí casi nada con él. A mi juicio no era un gran maestro, aunque sonara internacionalmente. Lo que aprendí de metafísica fue después.
      Si usted es abogado, debo contarle que el año pasado estuvieron comiendo un asado en mi casa, dos de sus colegas argentinos, me refiero a Carlos Bosch, del cual soy amigo, y Gerardo palacios Hardy. Ambos son muy gratas personas.
      Espero con esto haber satisfecho todas sus curiosidades. Lo último que debo contarle es que de muy joven he sido curioso intelectualmente, lo que me ha permitido conocer muchas cosas. Doy gracias a Dios por ello.
      Un abrazo.

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    4. Estimado Fraile:
      Ya me he acostumbrado a llamarlo así, bien que tengo serias y fundadas dudas acerca de la realidad de su frailazgo -¿se dirá así?-, habida cuenta de su confesa calidad de empresario.
      Yo creo que la filosofía DEBE ser un hobby, por lo menos al principio, pues la abstracción que necesariamente comportan las especulaciones en el área metafísica pueden apartar al pensador de la realidad concreta.
      A Widow lo conozco por el libro que cité. Acá le han dado lugar en publicaciones de una entidad seria, el Instituto de Filosofía Práctica que fundó Soaje Ramos, dirige Montejano y en su consejo directivo está Palacios Hardy, al primero no lo conocí, pero pude apreciar su obra, como aprecio a los otros dos.
      A Carlos Bosch creo conocerlo de la Universidad Católica, más conocí al finado Francisco Bosch, y lo valoré.
      Un punto de diferencia: yo no estudié filosofía, o más bien no asistí más que a uno que otro cursillo de posgrado, gracias a Dios con buenos profesores, el resto lo aprendí, más o menos, por mi cuenta.
      Un punto en común: el conocimiento intuitivo por gracia de Dios.
      Es cierto que, en algún lugar, Castellani dice que este conocimiento, propio del baqueano, es más bien fruto de la experiencia.
      Pero yo lo tengo de chico y bien que me ayudó.
      Un abrazo.
      G.Chester

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  6. Estimado Fraile:
    El fracaso tremendo de Platón en la política práctica es una buena respuesta al interrogante que plantea.
    Sin embargo, toca a los filósofos todavía algún menester, en política como en otras áreas del pensamiento.
    Recuerdo aún la gracia de un cuento seguramente imaginado por uno de esos filósofos graduados en la universidad de la calle.
    Dice el susodicho que su mejor profesor de la secundaria fue el de filosofía, un vago de siete suelas que sólo dió tres clases y, para peor, llegó a cada una de ellas cuando restaban pocos minutos para su final.
    El docente dedicó esos minutos a armar un cigarrillo -de tabaco-, darle unas pitadas y dejar en el aire una pregunta antes de retirarse.
    Primera clase: qué somos?
    Segunda clase: de dónde venimos?
    Tercera y ultima clase: a dónde vamos?
    Saludos.
    Tomista medio ilustrado.

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    1. Estimado Amigo:
      A buen entendedor, pocas palabras. Su exposición expresa de modo magistral el quid del asunto planteado.
      Me hizo recordar, un profesor que tuve de análisis de texto, que lo único que hacía era fumar como chimenea y hacernos leer a Platón. Este profesor tenía una cantidad enorme de tic nerviosos que hacían que yo mismo me pusiera muy nervioso. Tal vez le suene a una locura, pero mirar a ese profesor, verlo apagar cigarro tras cigarro en el pizarrón, verlo mover la cabeza a cada rato, verlo cerrar los ojos con una velocidad superior a la de la luz y al unísono torcer su boca al igual que un péndulo. Tal vez piense que no aprendí nada, pero sí, fue un aporte.
      De Platón no habré aprendido nada, pero sí este profesor exacerbó mi curiosidad por la filosofía con el sólo lenguaje corporal.
      Un abrazo.

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  7. YO no estoy de acuerdo con que un filósofo no esté capacitdo para gobernar. Como mucho el filósofo escéptico, porque no puede tomar decisiones para ello, pero no tengo duda de que cualquier filósofo gobernaría mejor que cualquiera de los políticos que tenemos ahora. En Grecia los sueldos para los políticos eran los justos para que la política no se convirtiese en un negocio; hoy la política es entendida como una oportunidad, una manera de utilizar a los demás como basura, una oportunidad para recaudar lo más posible en el menor tiempo posible, y tapar camufladamente el agujero que pudiera quedar.
    Saludos desde España.

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    1. Estimado Amigo:
      Muchos saludos a España cuña de grandes santos y tierra de toreros. Respecto su punto de vista en cuanto a que los políticos están corrompidos, no lo discuto, pero muchos filósofos están corrompidos por ideologías y pensamientos que van contra el bien común y orden establecido por Dios.
      No obstante lo anterior, puede que existan filósofos que pudieran ser buenos gobernantes, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos morales y intelectuales.
      En fin, el tema da para largo, y muchas gracias por comentar en este blog y si quiere hacer algún aporte o poner un tema en discusión estoy a su disposición.
      Un abrazo.
      Fray Agrícola.

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