martes, 29 de octubre de 2013

La doctrina de Marción.

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Tertuliano (155-230), fuente de las ideas de Marción
Marción de Sínope, actual Turquía, vivió en el s. II d. C. Visitó Roma en 140 buscando prosélitos y fue excomulgado por sus ideas heréticas. Sus libros, Evangelios y Antítesis, se han perdido, y sólo se conocen sus teorías a través de la refutación que les dedicó Tertuliano. Tras su excomunión fundó su propia iglesia, el marcionismo, cuya influencia gnóstico-maniquea se dejó notar durante siglos.
Puede considerarse a Marción discípulo de Valentín y, por tanto, básicamente, un gnóstico. La diferencia principal entre ambos es que Marción no utiliza una plétora de eones o dioses intermedios para aislar al Primer Principio de la imperfecta realidad del mundo. Los puntos en común con la doctrina de Valentín son ideas comunes del gnosticismo:
1. - El dios del Antiguo Testamento no es el verdadero dios. Es un ser de naturaleza inferior, malvado, arbitrario y cruel que ha creado el mundo por envidia hacia el Primer Principio. Desgraciadamente hizo al hombre introduciendo una semilla de espíritu divino dentro de la materia imperfecta y eterna. Liberar esta luz y destruir todo lo material es el propósito del verdadero Primer Principio, dios desconocido e inefable. Esta doctrina dualista aproxima el pensamiento de Marción al maniqueísmo.
2. – Cristo es enviado por el Primer Principio para liberar a todas las almas de la corrupción de la materia. Sus ideas sobre Cristo son típicamente gnósticas: Cristo no nació ni creció. Fue siempre una especie de fantasma o ser virtual, puro espíritu, que nunca entró en contacto con la carne, con el deseo o el dolor.
3. – Marción creía en la proximidad del Apocalipsis y la necesidad de ir adelantándolo exterminando a la especie humana. Para ello, prohibía el consumo de carne y vino, las relaciones sexuales y la procreación. Obsérvese la diferencia con las conclusiones morales de otro discípulo de Valentín, Marcos el mago, que defendía y practicaba justo lo contrario.
Dentro del cristianismo primitivo, fracturado por la tendencia a mantenerse próximo o alejarse del judaísmo, Marción optó por la vía cosmopolita y gentil de Pablo. Del mismo modo que en el Concilio de Trento en 1546 se establecieron los evangelios canónicos, Marción hizo la primera selección bíblica de textos con criterios arbitrarios. Excluyó todas las influencias judías como el Antiguo Testamento y los evangelios de Marcos, Mateo y Juan. Sólo admitió como verdadero el evangelio del griego Lucas y las cartas de Pablo.
Taciano, discipulo de Marción, fue el fundador del encratismo, variante sectaria del cristianismo que insiste especialmente en la abstinencia de carne, vino y relaciones sexuales. A tal extremo llegaba que sustituían el vino por agua en la Eucaristía.

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