miércoles, 30 de enero de 2013


Redes y esclavitud

 

 




              Quien diga que no le interesa el dinero es realmente un mentiroso. El dinero es necesario como un medio para sobrevivir y  para poder alcanzar ciertos logros y objetivos que uno se propone en la vida. El dinero siempre debe ser considerado como un medio y no un fin en sí mismo. Si nuestros fines en la vida son desviados del bien, el dinero pasa a ser un medio ilícito para el individuo, ya que fomenta  la perfidia de las mentes corrompidas.

            Primero Dios antes que los hombres, ese debiera ser el norte de cada católico que se precie como tal. No es posible que el creyente sacrifique su religión por algo tan sin valor como lo es el dinero. Pero ¿cómo podemos decir que el dinero no tiene valor? No lo tiene en el sentido que es un simple papel o moneda que en sí mismo no vale nada. Su valor subyace en cuanto a su representación. Y su representación viene determinada por un grupo selecto de personas en el mundo que maneja tanto las emisiones del papel como sus respectivos respaldos en oro. Si el mundo lograra ponerse de acuerdo en reemplazar el dinero por el trueque y algún otro tipo de metal como el cobre, podría el mundo seguir viviendo en perfectas condiciones sin causar un colapso económico mundial. Lo que ocurriría en términos prácticos es que el poder económico cambiaría de mano, y serían los sectores productivos de las clases medias y bajas los que adquirirían un mayor poder adquisitivo. Los que caerían verdaderamente serían los grandes conglomerados transnacionales y las bancas de los respectivos países, ellos sí que se empobrecerían, ya que su poder está basado en el emisión de papeles que en nada aportaban al verdadero crecimiento de  los países.

               Las famosas redes financieras, grupos de elite que manejan las bolsas y los bancos en el mundo son ellos los responsables de llevar al mundo hacia la esclavitud y a la servidumbre. Vociferan como medida propagandista para justificarse en el poder las famosas palabras de libertad y democracia. Cada vez que las escucho pienso que algo nuevo están planeando estas personas que en su gran mayoría pertenecen a la religión judía. En nombre de la libertad de arman tremendas guerras donde ganan sólo los que manejan la industria de las armas y los que administran los empréstitos a los distintos gobiernos para financiar esas armas. Todos pierden, menos los que pertenecen a las redes del poder. Ninguna medida se toma sin pensar primero en las ganancias. Ningún fin permanece incorruptible, todo se lo ensucia con las ganancias y beneficios de esos pocos que nos gobiernan. Un ejemplo de esto son todos los temas que tienen que ver con el medio ambiente y la preservación del planeta. Aquí se invierten millones de millones de dólares que tienen como ganancia real invertir bajas sumas de dinero en tierras y bonos de carbono para después venderlos caros a clientes que necesitan limpiar su imagen debido a que son grandes contaminadores del planeta como es el caso de las grandes empresas transnacionales.

          Otro ejemplo son las teletones para discapacitados y un sinfín de obras sociales “sin fines de lucro”. Aquí se manejan a diestra y siniestra inmensas sumas de dinero administradas por la banca, obteniendo intereses por la simple administración de estos recursos. Greenpeace es otro tipo de institución que cae bajo mismo supuesto. El ejército de Salvación, los Boys scout, Rotary y el Club de Leones aparecen bajo fines de carácter filantrópico, pero  son manejados por intereses económicos diferente a los fines que aparecen.

          La administración de los fondos de pensiones por parte de particulares, es otro ejemplo de como llevar a la gente hacia un camino a la pobreza y la miseria. Esos fondos están abiertos a la bolsa, perdiendo adrede dinero de los cotizantes. Producto de las bajas pensiones, las personas se ven obligadas a postergar sus jubilaciones hasta edades muy avanzadas. La idea es quedarse con sus fondos y que trabajen hasta el final de sus vidas. Desde las políticas públicas de los países se intentará cada año favorecer el acceso al trabajo de niños y mujeres, a fin de que las personas produzcan para el sistema a costa de su edad y de bajas remuneraciones. Todo tipo de regulación dentro de los estados liberales y socializantes va a estar dirigida a alienar al hombre a tal extremo, a fin de evitar que éste se recree sanamente y reflexione sobre las verdades necesarias en la vida que nos lleven hacia fines más nobles y menos espurios.

         Las Naciones Unidas, a través del Fondo Monetario Internacional y los demás tipos de financiamientos internacionales se encargaran de incrementar la deuda externa de los llamados países del tercer mundo a fin que nunca puedan lograr el desarrollo y el progreso para sus habitantes. Vendrán una serie de crisis económicas internacionales que obedecerán a distintas causas de supuestos “estados irresponsables”, pero que el fondo estarán amparadas por los mismos magos de las finanzas. Redes de redes, contubernios de camarillas con cuello y corbata, seguirán manteniendo al mundo en la servidumbre e incertidumbre de sus habitantes. Se seguirán promulgando leyes cada día más restrictivas para las sociedades “libres” a fin de que la libertad de los pueblos quede subordinada a poder fácticos que seguirán manteniéndose en el poder a través de grandes campañas propagandísticas que slogans publicitarios que hablen de paz, libertad, democracia y desarrollo. Pero en la práctica será todo lo contrario: habrá pobreza, restricción, convulsiones sociales y grandes miserias en muchos sectores de la población.

            Lo peor será cuando el mundo quiera reaccionar a todo lo que le viene. Será demasiado tarde, quedarán por aquí y por allá un grupo de parias perseguidos por las policías de los respectivos países donde habitan. Por lo general, el futuro tal como lo veo no será muy auspicioso si no se hacen las debidas correcciones al sistema de las oligarquías judaizantes que nos gobiernan. Ni fatalismo ni optimismo, sólo realismo a partir del análisis del momento en el cual nos toca vivir. A mi juicio, la tecnología ha pasado a constituirse en el Opio del Pueblo, que se ha abandonado a un sistema que lo gobierna a través de las imágenes. La abstracción y el análisis es parte del pasado filosófico de la sociedad Occidental que va frenéticamente en decadencia. Las patentes de los alimentos, el acaparamiento de los derechos de aguas además de la compra de terrenos vírgenes es una parte más de las aristas de las redes de redes financieras y políticas que conllevan como fin último un oculto propósito religioso.

           ¿Cuál fenómeno religioso?, la destrucción del hombre y todo lo que tenga que ver con Dios y la trascendencia. Se engañará al hombre haciéndoselo pensar que es más libre que nunca, se lo llevará por la nebulosa del pecado de Lucifer, la rebelión contra Dios, una vez que se haya logrado totalmente este objetivo, ya no habrá nada que los detenga a alcanzar el gobierno de toda la humanidad.

             Lamentablemente nos ha tocado ser títeres de mentes inescrupulosas, de personas ambiciosas que no les interesa sacrificar vidas e hipotecar el futuro de muchas generaciones.

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