lunes, 25 de julio de 2016

Mircea Ticu y sus recuerdos del comunismo.

                      En el siguiente post deseo contarles la historia y recuerdo de un profesor rumano quien tuvo la gentileza de contarme sus recuerdos de la Rumania Comunista pocos meses antes de morir.
                     - ¿Don Mircea, qué recuerdo tiene del comunismo?.
                     - Uffff, vaya pregunta me hace, pero lo primero que debo responderle es que era una época muy dura y estricta.
                       - ¿A qué se refiere con eso don Mircea?.
                       - Comenzaré contándole a usted la época del colegio, como castigo a quiénes no podían aprenderse las materias o si alguien se portaba mal se lo castigaba en un rincón de la sala de rodillas encima de cáscaras de nuez partidas. Recuerdo que estuve una sola vez castigado así y quedé con las rodillas llenas de sangre.
                         -  Aquella educación era muy dura, pero no sólo eso, si no que además el control que ejercía el estado sobre las familias era tremendamente invasivo. Recuerdo que mi padre se quejaba de ser espiado permanentemente por agentes del estado que vigilaban la casa buscando algún indicio de desconformidad contra el sistema. El espionaje llegó a tal punto que actúo como espía un pope ortodoxo.
                          - Las personas eran como parte del estado, propiedad del mismo. Nadie tenía libertad de optar a lo que verdaderamente le interesaba desarrollar en su vida.  Y para qué le digo lo que sufrieron los que se opusieron al dictador. Simplemente desaparecieron, ningún opositor quedó. Creo que en Rumania murieron alrededor de 4 millones de víctimas del estado. La población de Rumania es similar a la población de Chile, alrededor de 17 millones de personas.
                          - ¿Qué más recuerda profesor Ticu?.
                         -  Recuerdo el caso de unos generales que se opusieron al dictador y que luego desaparecieron ellos, sus hijos, sus esposas, sus cuñados, cuñadas y todos sus amigos y parientes cercanos, no quedó absolutamente nadie vivo cercano a sus familias. Eso son mis recuerdos del comunismo, obviamente, no son buenos. Ustedes no saben el paraíso que tienen en Chile, este país es realmente afortunado en muchas cosas, en especial, por su benignidad climática.
                            Mircea Ticu , un profesor y gran músico de un carisma excepcional, trabajó en Chile muchos años, siendo un ejemplo moral para muchas generaciones de estudiantes de música a quiénes acogía como verdaderos hijos, incluso, a aquellos que profesaban la ideología marxista que causó mucho sufrimiento en su país. Mircea dio amor y murió dando amor, fue atropellado en la ciudad de Valparaíso por un trole bus que no respetó un seda el paso. Su muerte fue la muerte de un cristiano que donó su vida por salvar la de otros. Cuando cruzaba junto a una alumna y su señora, él se percató que el trole bus no se detuvo y empujó hacia adelante a sus acompañantes recibiendo el impacto directo.
                       Mircea Ticu un ejemplo de amor profesaba una sabiduría de vida que profesan muy pocos hombres en este mundo. Concurrí a su funeral que estaba repleto de sus alumnos todos ellos llorando a su maestro y mentor, cientos de personas apesadumbradas lloraban al maestro. Yo fui uno de los que lloró sin haberlo conocido mucho. No entendía mi llanto, sólo supe
que ese hombre tenía un ángel el cuál fue un ejemplo de fidelidad conyugal-vivió más de 40 años- al lado de su señora, siendo un ejemplo de amor cristiano excepcional.
                   Mis recuerdos y agradecimientos a Mircea, hombre excepcional cuya sonrisa jamás se borrará de mi memoria. Dios lo guarde en su misericordia.







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