F. Monasterio30 de septiembre de 2017, 15:36
Estimado, no pretendo sentar cátedra sobre el tema, sólo dar mi opinión y reflexión sobre el mismo. A su juicio el cisma radica en dos puntos esenciales; a saber, primero: En no querer sujetarse al Sumo Pontífice. Segundo: Que no existe una causa de justificación para no querer sujetarse al Sumo Pontífice.
Analicemos la cuestión por parte: Los auto llamados católicos de la resistencia carecen de la intención de no sujetarse al Sumo Pontífice como un acto per, sino aliquo. Su negación no obedece a un acto de rebeldía propiamente tal, que no va contra la autoridad ni lo que ésta representa. Su decisión de no sujetarse al Sumo Pontífice obedece a una reacción de carácter teológica frente a lo que consideran según aspectos objetivos novedades y herejías en contra de la fe.
Según lo anterior, aquí llegamos al punto número dos planteado por UD. su decisión obedece a justificaciones de de tipo teológico y no sin justificación alguna. Si no existiera una justificación teológica estarían en una posición formalmente cismática. Ya ni si quiera se podría hablar de cisma material, sino más bien formal, por no obedecer y sujetarse debidamente a la legítima autoridad de la Iglesia Católica.
El concepto de cisma material estaría mal aplicado al no haber la debida justificación. La decisión sub condicione sólo opera en casos extremos. Por la evidencia de los hechos que todos conocemos, aquí existen motivos más que suficientes para al menos oponerse a un mal monarca como lo es éste Papa.
La primera ley de la Iglesia ( salus animarum prima lex) es la salvación eterna del alma. Todo Sumo Pontífice debe tener presente ésta ley si quiere ser digno y benemérito ante Dios.
Le expreso sólo mi opinión, UD. puede tener otra opinión diferente, sin embargo, tenga presente, que en toda discusión la verdad siempre es objetiva y no subjetiva. Por consiguiente, la verdad se impondrá más allá de los individuos por sí misma. Recuerde que al haber motivo de la legítima rebeldía frente a una mala autoridad hay un motivo y una justificación.
Gracias por su comentarios y paciencia.
Analicemos la cuestión por parte: Los auto llamados católicos de la resistencia carecen de la intención de no sujetarse al Sumo Pontífice como un acto per, sino aliquo. Su negación no obedece a un acto de rebeldía propiamente tal, que no va contra la autoridad ni lo que ésta representa. Su decisión de no sujetarse al Sumo Pontífice obedece a una reacción de carácter teológica frente a lo que consideran según aspectos objetivos novedades y herejías en contra de la fe.
Según lo anterior, aquí llegamos al punto número dos planteado por UD. su decisión obedece a justificaciones de de tipo teológico y no sin justificación alguna. Si no existiera una justificación teológica estarían en una posición formalmente cismática. Ya ni si quiera se podría hablar de cisma material, sino más bien formal, por no obedecer y sujetarse debidamente a la legítima autoridad de la Iglesia Católica.
El concepto de cisma material estaría mal aplicado al no haber la debida justificación. La decisión sub condicione sólo opera en casos extremos. Por la evidencia de los hechos que todos conocemos, aquí existen motivos más que suficientes para al menos oponerse a un mal monarca como lo es éste Papa.
La primera ley de la Iglesia ( salus animarum prima lex) es la salvación eterna del alma. Todo Sumo Pontífice debe tener presente ésta ley si quiere ser digno y benemérito ante Dios.
Le expreso sólo mi opinión, UD. puede tener otra opinión diferente, sin embargo, tenga presente, que en toda discusión la verdad siempre es objetiva y no subjetiva. Por consiguiente, la verdad se impondrá más allá de los individuos por sí misma. Recuerde que al haber motivo de la legítima rebeldía frente a una mala autoridad hay un motivo y una justificación.
Gracias por su comentarios y paciencia.