"No existe crísis de fe en la Iglesia".

               Tuve una larga conversación con un amigo de un blog católico que me habló que no existe una crisis de fe en la Iglesia ni menos en el papado. Habrá sentenció" algunos sacerdotes, obispos que presenten ciertas desviaciones, pero jamás la Iglesia estará en una crisis de fe, ya que la Iglesia como institución es indefectible por promesas de su fundador.
               En el Vaticano II no hubo una doctrina rupturista con la tradición, ya que el concilio no afirmó o negó nada que antes no hubiera sido dicho por la Iglesia. Además, dado su carácter universal fue abalado directamente por el Papa quien le dio comienzo y final al concilio. Las posibles discrepancias surgen a raíz de interpretaciones o malas traducciones de los textos o al orden de los mismos. Si la Iglesia va viendo que va saliendo algo mal, de a poco lo irá corrigiendo sin que existan efectos graves. Pasarán ciento cincuenta años y lo que hipotéticamente esté mal se arreglará sólo.
              No hay que centrar en problemas de palabras me dijo mi amigo bloguero, ya que todo lo que dijo Jesús lo dijo en Arameo y luego vinieron traducciones sobre traducciones que la Iglesia legitimó hasta nuestros días. La Iglesia legitimó traducciones e interpretaciones antes del concilio y después del concilio sigue haciendo lo mismo sin llegar a una ruptura consigo misma ya que la autoridad papal es la que le da el grado de validez a dichas interpretaciones y traducciones. No hay problema de fe ni crisis de fe ni nada por el estilo por las promesas de Cristo sobre su Iglesia.
        Ni siquiera en las palabras de la consagración podemos tener la certeza que fueron las mismas palabras de Cristo, ya que esas palabras obedecen a una traducción que trata de apuntar a lo que dijo Cristo y quién valida todo es la Iglesia. "
    Después de esta "intelectual conversación" quedé totalmente helado y ya sin ganas de dialogar, porque aquí el dialogo es totalmente impensable.