sábado, 3 de agosto de 2013

La Parusía y la Vírgen María.

       
Uno de los lectores de este blog me dio a entender que el triunfo del Inmaculado Corazón de María se produciría  dentro del milenarismo. Es una posibilidad que no descarto para nada. Que el triunfo del Inmaculado Corazón se dé luego de la Parusía con el comienzo de los mil años del gobierno de Nuestro Señor es una idea que me atrae mucho. ¿ Por qué no puede ser así?.

      Al respecto quiero referirme un poco a la llegada de la Segunda Venida de Nuestro Señor, después de la Gran Tribulación. ¿Qué nos dicen las Sagradas Escrituras?.
     " Pues mirad que viene aquél día, que arderá como un horno. Todos los soberbios, y todos los obradores de iniquidad, serán como paja; porque aquel día que viene los abrazará, dice Yahvé de los ejércitos, sin dejar de ellos ni raíz ni rama.
        Más para vosotros que teméis mi Nombre, se levantará el sol de justicia. Que en sus alas traerá la salvación; y saldréis vosotros, y saltaréis como terneros( que salen) del establo. Y pisotearéis a los impíos, pues serán como ceniza debajo de las plantas de vuestros pies, en aquel día que Yo preparo, dice Yahvé de los ejércitos. Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quién intimé en el Horeb mandamientos y preceptos para todo Israel." Mal, IV, 1-4
        Nuestro Señor vendrá en Gloria y Majestad. Su fuego de justicia no se hará esperar. Arderán los impíos y se regocijarán los justos. Los justos, los hombres que vivieron en Cristo y que resucitaron junto a él. Estos serán los primeros que someterán a los malvados bajo su yugo. El Cordero Inmaculado encomendará  a los justos  para que sometan a los hombres impíos. Ellos enviarán a los malvados a las moradas de iniquidad.
     La Parusía será un expresión plena de la Justicia Divina. Se le dará a cada cual lo suyo. El que haya atesorado tesoros mundanos, ya habrá recibido su paga. No habrá para él participación en las moradas eternas. El justo recibirá su recompensa y estará en el lugar que le corresponde. Sin lugar a dudas, este día será aquél que separará a la cizaña del trigo.
    " La pala de aventar está en su mano y va a limpiar su era: reunirá el trigo en el granero, y la paja la quemará en fuego que no se apaga." Mat 3, 12.  ¡Qué período más propicio para que aparezca el triunfo del Inmaculado Corazón de María!. Así como la Virgen María estuvo al lado de Nuestro Señor en el momento que antecedió a la Pasión, así también, por un acto de Justicia Divina ,en virtud de su Divino Amor , reservó este período de su Segunda Venida como el Triunfo del Inmaculado Corazón de su madre. No veo aquí que exista algún impedimento teológico que niegue esta posibilidad. Dios perfectamente le puede dejar a su madre ese lugar de honor en su Segunda Manifestación .
        ¿Porqué cuál es el Triunfo del Inmaculado Corazón de María? Su triunfo es el triunfo de Nuestro Señor. Recordad las palabras en las bodas de Caná; " Haced lo que Él os diga", obedeced su santa ley, seguid la voluntad del Divino Maestro. Pues bien, ese día llegará con la Parusía. Ese mismo día será el gran triunfo de su madre al ver triunfar al hijo. Lo que más desea su madre es que el hijo ocupe el lugar que le corresponde en la creación. Ese lugar es el de Dios supremo y justo.
        Una sola objeción veo sobre este planteamiento. Humanamente pareciera como que no ensambla muy bien ese corazón maternal de la Madre de Dios, que se conmueve con los más pecadores e intercede por ellos.  Respecto a aquél día de la Santa Ira de Dios. Admito que esta objeción tiene un cierto asidero lógico, pero aquí no se trata de sentimentalismos, se trata del lugar que la Divina Providencia asigna a cada uno de los acontecimientos que Él en su infinita sabiduría dispuso desde toda la eternidad.
      La voluntad de Dios rompe todas nuestras conjeturas. Él hace y distribuye según su divina justicia. Los tiempos son obra de Él. Y ellos le claman con alabanzas y vítores de gozo. Cuando venga el momento de la Parusía resucitarán los justos con Cristo. Ellos conducirán a los vivos asistiéndolos espiritualmente.
    "Porque el mismo Señor, dada la señal , descenderá del cielo, a la voz del arcángel y al son de la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Después nosotros los vivientes que quedemos, seremos arrebatados juntamente con ellos en nubes hacia el aire al encuentro del Señor; y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras." Tes 4, 16-17
       Cuando Nuestro Señor venga por Segunda Vez, hará que lo acompañen en su reinado de mil años los justos, los hombres que murieron por Él. Esa primera resurrección será mezclada con gente que quede viva. De allí que el apóstol sostenga que luego los vivientes, los que queden vivos, serán arrebatados al encuentro con el Señor. El apóstol tal vez piensa que la Segunda Venida es inmediata. O tal vez responda a aquellos que así lo piensen. Por ello afirma, los que quedemos vivos, de tal manera que se considera dentro de estos y alude desde su época temporal a los muertos del pasado, a los santos que murieron esperando al Mesías.
       Es curiosa esta afirmación, o mejor dicho, esta especie de revelación. Habrá dos resurrecciones, la primera la de los justos y luego la de los demás. Pareciera que aquí operara una especie de escala jerárquica respecto a la justicia de Dios. Primero Cristo y luego los que murieron por Él. Esa primera resurrección va ordenada hacia un reino de Cristo. Los justos gobernarán con Cristo. Ese reino se puede comenzar desde el milenarismo hasta perpetuarse de manera infinita en el cielo.
      A propósito de la resurrección primera un viejo profesor de la universidad me dijo de dónde saqué todo esto. La respuesta es de San Pablo. Veamos en otro texto del apóstol que repite lo mismo.
        "Pero cada uno por orden: como primicia Cristo; luego los de Cristo en su Parusía; después el fin. cuando Él entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya derribado todo principado y toda potestad y todo poder." 1 Cor. 15, 23.
         En Isaías se repite lo mismo:
        " He aquí que Yahvé devastará la tierra, y la dejará desolada, trastornará la superficie de ella y dispersará a sus habitantes.
           Y será del pueblo como del sacerdote, del siervo como de su amo, de la sierva como de su dueña, del comprador como del vendedor, del que presta como del que toma prestado, del acreedor como del deudor. La tierra será devastada y saqueada del todo, por cuanto Yahvé así lo ha decretado. La tierra se consume de luto, el orbe se deshace y se marchita; desfallecen los magnates de la tierra. La tierra está profanada por sus habitantes; pues han traspasado las leyes y violado los mandamientos, han quebrantado la alianza eterna.
      Por eso la maldición devora la tierra, y son culpables sus moradores; por eso serán consumidos los habitantes de la tierra, quedará solamente un corto número." Isaías 24,1-6
       La tierra será purificada. Y quedarán en ella los que se hayan purificado en sus dolores y aflicciones. Los que habiten la tierra lo harán con los que resucitarán primero. Los demás, los que se sometieron o siguieron a la bestia se irán al lago de fuego eterno. Lacunza ve esto que va ocurrir guiándose por la profecía de Daniel. Veamos a Lacunza.
     " Pues en esta conturbación de todo lo que hay en la superficie de nuestro globo, en esta conmoción y agitación, en esta oscuridad y tinieblas, en este espanto y pavor, en esta como lluvia de rayos, que el evangelio llama estrellas; las cuales, como se dice en el libro de la sabiduría, irán derechamente los tiros como de los rayos, y como de un arco bien entesado de las nubes serán arrojados, y resurtirán a lugar cierto, no hay duda que perecerá la mayor y máxima parte del linaje humano: aquellos, en primer lugar, que de algún modo se hubiesen agregado a la cuarta bestia de Daniel, o pertenecieren a las dos bestias del capítulo XIX del Apocalipsis. De estos tengo por ciertísimo que no quedará vivo uno solo, porque así lo veo expreso en ambas profecías. Y vi ( dice Daniel) que había sido muerta la bestia(la cuarta), y había perecido su cuerpo, y había sido entregado al fuego para ser quemado... Estos dos (dice San Juan de las dos bestias) fueron lanzados vivos en un estanque de fuego ardiendo, y de azufre: Y los otros murieron con la espada, que sale de la boca del que estaba sentado sobre el caballo: lo cual hayo confirmado de mil maneras en las profecías y en los salmos, como he dicho; y pudiera todavía añadir a todo lo dicho, si no temiera molestar a los lectores con cosas tan obvias y tan fáciles de observar en toda la escritura." Manuel Lacunza, Tercera parte de la Venida del Mesías en Gloria y Majestad.
                 El gran castigo y la purificación son partes de la revelación de Dios. La Parusía sin duda marca una nueva época para la humanidad. Marca la época del esplendor de Cristo y su Iglesia. Para este período de nuestra metahistoria Dios no va a mostrar su poder radicalmente. Por ello aniquilará a los inicuos, los exterminará de la faz de la Tierra. El gran triunfo tiene que ser acompañado por la Mediadora de todas las Gracias que es la Santísima Virgen María. Nuestra madre acompañará a su hijo en el momento de su gloria. Por fin será el gran triunfo de su Inmaculado Corazón.
             " Ellos, los mártires de los últimos tiempos resucitaron primero, porque los mártires anteriores se enfrentaron contra los hombres perversos y dieron testimonio; los de los últimos siglos enfrentaron al mismo Príncipe de este Mundo y a su Anticristo." Paula Aguirre Moltedo, Pusillus Grex.
             Lacunza habla de una resurrección de los justos en ese período. Paula Aguirre mi otra compatriota sostiene que esa resurrección de los justos está relacionada a aquellos que no doblaron su rodilla al Anticristo. Más aún agrega, que estos mártires serán los mayores por haber enfrentado a la bestia. Por el contrario, los anteriores se enfrentaron a hombres. Interesante tesis que profundiza aún más el sentido de justica de Dios. Sin lugar a dudas la Parusía será el momento de la gran justicia divina, en ese período cada uno recibirá su paga proporcionalmente y en forma escalada según sus obras y según a quien le tocó servir.
        A pesar de lo anterior, no nos olvidemos que la justicia de Dios va acompañada con su misericordia infinita.

2 comentarios:

  1. Estimado Fray Agrícola:
    Le agradezco que nuevamente haga mención a mi novela. Me cita usted como una autoritas, y la verdad es que yo únicamente me he remitido en mi novela a las interpretaciones que han formulado Lacunza y Castellani y que están tomadas del Apocalipsis en el nunca bien ponderado Capítulo 20, sobre el milenarismo espiritual. Sobre la primera y segunda resurrección hay algunos que la han tomado en sentido alegórico, esto es, la primera resurrección correspondería al alma que resucita a través de la gracia santificante, la vida en estado de gracia. La interpretación literal a la que adhiero viene a ser un privilegio de algunos santos, como osé colocar a mis mártires de los últimos tiempos.
    Un abrazo y nuevamente gracias por la promoción,
    Paula Aguirre M.

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    1. Estimada Amiga:
      Si algo que he aprendido en mi vida es que hay que decir las cosas. No importa quien las diga, pero que se digan. Su novela y la de tantos otros escritores apocalípticos son un aporte importante para muchas almas que necesitan luz en medio de la oscuridad de este mundo.
      Sin duda el padre Castellani ha sido un gran guía para usted. En lo personal valoro mucho el aporte de este sacerdote que le tocó sufrir en vida una serie de persecuciones tan típica de los visionarios o los que ostentan el oficio dew profetas.
      Las profecías fueron escritas para que sean guías de las almas cuando lleguen los tiempos tan anunciados desde la antigüedad. Por las señales esos tiempos ya llegaron.
      Son demasiados los agentes anticristianos que devoran día a día todo lo que tiene que ver con Dios. El odio a Dios es el motivo por el cual realizan sus obras.
      El ataque se da desde lo política, pasando por lo jurídico hasta desembocar en lo religioso. Pusillus Grex describe de un modo muy dramático la culminación del proceso anticristiano. Sin duda, su aporte literario actualiza lo ya visto por Lacunza, Castellani, soloviev y Benson.
      El mundo se tornará en contra nuestra cada vez que proclamemos que Cristo es nuestro Rey. Cada vez que digamos que tenemos un solo rey y que ese rey es Cristo, el mundo no tolerará nuestro desprecio hacia los falsos reyes y al paraíso inmanente de la tierra.
      Nuestro rey no es de este mundo, pero llegará a él para gobernarlo por ser el único gobernante por derecho propio. Los demás reyes de la tierra son falaces e impostores.
      Bueno mi amiga, siga escribiendo y aportando con su granito de arena a todas aquellas almas que necesitan luz en medio de la oscuridad de este mundo perverso.

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