La educación gratuita se paga con altos impuestos.

      Alejandro Guillier, sucesor de Michel Bachelet, candidato a la Presidencia de La República, postula en su programa de gobierno la Educación Gratuita Universal. ¿Puede ser la educación gratis?, pensemos en la vida misma, ¿qué es gratis, salvo respirar, todo lo demás está dentro de la lucha por la sobrevivencia. ¿Cómo se va a solventar una educación " gratuita"?. La respuesta es clara y categórica, con altos impuestos. Sí, esa educación sólo se puede solventar con impuestos universales para todos.
                                               ¿Cómo es eso de pagar la educación gratis con impuestos pagados por todos?, como diría un antiguo personaje, mira Humbertito, cuando tu realices cualquier actividad y requieras servicios de cualquier especie, el estado, te va a cobrar impuestos. Si te subes a la micro, si pagas el cine, o simplemente, si tienes una moto o te subes a un taxi, cada vez que haces eso pagas impuestos.
                                          Cuando los jóvenes, en su mayoría inexpertos, más apasionados que reflexivos, toman la sabia decisión de votar por alguien como Guillier, están votando por aquel que les va a subir los impuestos. Si esos impuestos son muy altos, sucede que la inversión baja y la actividad económica disminuye, lo que conlleva al desempleo y a numerosas crisis sociales. Los pobres se hacen más pobres y las clases medias descienden, desde dónde con tanto esfuerzo lograron salir.
                                    El populismo es mentiroso, perverso, atractivo en un principio, ya que se presenta como un bien, pero esconde, la gran sombra del mal . Con populismo y demagogia se conquista a las masas, y con el fusil se los controla cuando se llega al poder. Conocemos de cerca a Venezuela, Cuba, Corea del Norte, y así una seguidilla de países que fueron conquistados con estas dos corrupciones del sistema democrático, populismo y demagogia.
                                    ¿Cómo se frena el populismo y la demagogia?, se los frena con la verdad, desenmascarando su pestilente frenesí de codicia, de irracionalidad, de flojera, de beneplácito por lo fácil. Mientras más expliquemos en qué consiste su engaño, más daño se les hace. Por eso conmino, a todos mis lectores, no sólo nacionales, si no a esa gran cantidad de lectores internacionales, a que enfrenten a sus políticos corruptos con la verdad. La gente sabia, reflexiona con la verdad, y si quien escucha no es sabio, al menos, hay que intentar que lo sea. Los desastres pasan, las mentiras son pasajeras si se las desenmascara, y finalmente, todo vuelve hacia el bien.
                                       Actúen por convicciones, no por miedo, ya que el miedo paraliza. Las convicciones hacen crecer el espíritu, y al crecimiento del espíritu nadie lo puede frenar. Así que, enfrentemos a la izquierda con la coraza de la verdad, sin vacilaciones, sin miedo, sin cálculos electorales, una vez que hagan eso, se darán cuenta, que sus falacias irán disminuyendo, poco a poco, hasta quedar reducidas a su mínima expresión.