El Poeta

    A lo largo de nuestra vida, conocemos personas de distintas personalidades, de distintos caracteres, de distintas habilidades. Muchas de ellas pasan por nuestra vida como un cometa, no dejan huella, tarde, mal y  nunca nos acordamos de ellas.
  Pero la persona que a continuación voy a describir, era de una personalidad muy especial, era de aquellos que calan el alma con los que se relacionan. Su hobby era la poesía, de hecho, siempre se expresaba a través de ella. Cada vez que quería decir algo, o expresar sus puntos de vista, lo hacía escribiendo poemas.
    El poeta era un pobre joven de unos dieciocho años, su alma estaba llena de tormentos internos. Odiaba al mundo, y en cierto modo se odiaba así mismo. Anhelaba morir joven, no quería llegar a viejo, no quería cargar con un cuerpo vetusto. Sentía una inclinación muy profunda hacia el mal, se sentía atrído por lo esotérico. Consultaba desde muy niño el Tarot, su vida la ajustaba conforme a lo que le fueran diciendo las cartas.
   Hablaba con sus amigos sobre el suicidio, sufría fuertes depresiones que hacían que estuviera varios días acostado.  El poeta era de una inteligencia bastante aventajada respecto a sus pares. Sus amigos eran bastante mayores que él, sólo con ellos podía comunicarse de tu a tu. Tenía además, grandes penas del corazón, tenía una gran espina de amor en su alma. Sus conversaciones giraban acerca de lo asqueroso que es vivir. ¿Para qué vivir?, si la vida es un eterno castigo, para qué vivir, si la muerte es la verdadera vida. Frases como ésta las repetía una y otra vez.
  En cuanto a Dios, ustedes podrán adivinar qué decía de Él. Se sentía como una marioneta de una inteligencia superior, para él  Dios era como un gran sádico, que le gusta crear seres para el dolor y el sufrimiento. ¿cómo puede ser tan hermosa esta vida, con tanto dolor?, existen hambrunas en el mundo, existen guerras, existen homicidios a diario, y ¿dónde está Dios que guarda silencio?. En resumen, el poeta era un viejo en vida, o mejor dicho, vivía como un muerto, sin esperanza, sin alegrías, sin nada que regocijara su espíritu.
   Lo único que lo mantenía activo era la poesía, su poesía, allí ascendía hacia los recobecos de su alma que ningún ser humano podía alcanzar, pero veamos qué nos decía en sus poemas, dejemos que el mismo nos hable.
      "  Existencia, fatalidad de ayer
          que me acosas,
          creencia, conciencia de hoy
          que me sumes en un largo dolor,
          ¿ no te das cuenta que sufro?
           que mi llanto añejo
            ya no crea el valor de acercarse a las llamaradas de fuego,
           que surgen desde el fondo de tus ojos,
           y ellos ya no son los mismos.
           Estoy solo, más solitario que nunca
           y la compañía ya no me acompaña como antes,
           la soledad crece como la hierba
           en medio de la azalea,
           creciendo siempre
           en desmedro de la flor nueva.
       
          " hubo un momento
            en que en todo aparecía el amanecer
            veía al cielo
            con su hermoso azul,
            pobre el sol
            con su imaginario encanto
            dibujado en ti.
             ¡ Oh!
              saldré de mi encierro       
              por unas cucharadas de dulzura
              trataré de borrar tus magias,
              con agua del manatial,
              pensaré que el amor ya no puede tomar,
              otra alma que no sea la mía.
               Viviendo mi dolor,
               siento las espinas de tus rosas,
               clavarse en mis manos,
               cayendo tan herido,
               por la luz de la luna,
               saltando hacia el vacío.
               Trato de mirarte,
                pero no sé que buscar,
               en cuatro llaves que abren mil puertas,
               ¡oh! ayudame a salvar
               lo poco que queda de mi
               ( la ternura de mi romanse)
               vivo calmando mis deseos
                de nadar en la playa de tu cuerpo.
                Y ver el sol caer dentro de ti,
                mi último suspiro de vida,
                acaba de partir
                Y se ha depositado sobre ti,
                 Este es el postrero adios,
                 este es el último halo de mi luz"
              
                   Y por último:
               " Muerte siento en mis ojos,
                 frialdad en mi pecho al verte partir, 
                 y a juntarte con un nuevo amor
                 y luego renegar de mi.
                  Dolor llevo en mi rostro,
                  cuando nadie me ve,
                  el está siem pre conmigo, dentro,
                   por no rozar tus finos cabellos de mujer"
        

                 La tormenta de su alma él la expresaba en la poesía. ¿ cómo puede haber un ser humano que viva tan atormentado? No se si la melancolía o la depresión lo llevaban a vivir un abismo al poeta. Pero lo que si sé, que él no es el único, existen más como él. Existieron y existiran hombres con su mismo patrón de conducta. Kierkegaard fue uno de ellos, otro Lugones, y cuántos hombres en esta tierra comparten la melanconía desesperanzadora de la vida. Y si ustedes conocen a alguno, recen mucho por él, la vida de los melancólicos y atormentados es una cruz, pero una con gran tamaño.
       ¿ En qué terminó el poeta finalmente? Murió joven, tal como el quería, en extrañas circunstancias, que más parecen un suicidio que un accidente. Pobre poeta, le faltó la esperanza cristiana de un Soren Kierkegaard, esperanza que le faltó también a Lugones y a cuantos poetas malditos que navegan por el mundo compartiendo estos mismos dolores.
      Nuestras oraciones, nuestras oblaciones, deberán de servir de alivio para que aquellas almas atormentadas, terminen su vida como lo manda la ley de Dios. Amigos míos, recen por los poetas, recen por los desgraciados, que ninguno de ellos se pierda en el mar de la desesperanza.
    Con afecto.
    Para el amigo, El Poeta.