martes, 8 de mayo de 2012

La Maquina del Tiempo 1


       Cuando yo tenía alrededor de los siete años de edad, falleció mi madre producto de una enfermedad que arrastraba por años. Desde ese momento sentí un gran vacío en mi vida. Especialmente en situaciones difíciles que me tocó vivir más adelante.
     Mi imaginación de niño azuzado por las películas de ciencia ficción, me inducían a pensar que existía una manera de poder regresar al pasado. Crear una máquina era a mi juicio, la única manera de volver a ver a mi madre. Pasé horas y horas mirando las estrellas acostado en medio del camino del campo donde vivo, pensando si mis fantasías podrían ser posibles. Tal vez, me preguntaba a mi mismo, si yo pudiera girar alrededor de la tierra, en un sentido inverso a como lo hace la tierra por su movimiento de rotación, lograría volver a recrear el pasado. Esa idea me mantuvo muy inquieto por mucho tiempo.
     Con los años, ayudado por mi fe católica comprendí que era imposible construir una máquina capaz de hacernos volver en el tiempo, por lo que determiné virar mi investigación hacia la ciencia, para saber si existía una opinión diferente. Lamentablemente me encontré con una respuesta más lapidaria: la imposibilidad absoluta que tal suceso se pudiera realizar.
    Abatido en mis disquisiciones, pero no derrotado, quise investigar acerca de lo que era el tiempo. pensaba que si lograba comprender en qué consistía éste, tendría a lo menos la respuesta acerca de la imposibilidad de construir una máquina, tal como me lo había propuesto en mi infancia.
   Me lancé finalmente, a la búsqueda del tiempo a través de la filosofía, el regocijo para mi espíritu fue grande. Los antiguos filósofos me podrían transmitir toda su sabiduría y experiencia, además de compartir sus secretos sobre este tema. Comencé a investigar teniendo siempre presente estas palabras: " (...) En cuanto al tiempo, ya que él nos arrebata todo lo que hay de humano, también nosotros debemos, en compensación  robarle algo que nos sea gozoso para la vida eterna" San Vicente de Lérins, Conmonitorio.

1-   ¿ Qué nos dicen los filósofos presocráticos sobre el tema? Con esta pregunta, comienza mi investigación.
       - Las cosmogonías griegas y el tiempo:
     Si nos remontamos a los anales de la filosofía, nos damos cuenta que el tiempo( Kronos), no surge como un problema filosófico, y no lo es, precisamente porque su génesis conceptual nace, a mi entender, en las cosmoteogonías mitológicas griegas.  Es allí donde podemos ver al dios Kronos, hijo de Urano y de Gea, quien al habérsele profetizado que sería derrocado por uno de sus hijos- ocultándosele el sexto(Zeus) hasta que creciera-, se comió a sus cinco hijos. Cundo Zeus creció obligó a su padre a vomitar a sus cinco hermanos, confinándolo con la ayuda de sus hermanos al Tártaro, a los abismos más profundos.
     Esta imagen devoradora del dios Kronos, viene a constituir , de algún modo, la simiente de la reflexión filosófica  ulterior. Ese comer y devorar de Kronos, nos marca el movimiento del ser de las cosas, del ir y venir, en otras palabras, del cambio. A su vez, la inmutabilidad de Kronos nos indica aquello que permanece, vale decir, lo eterno.
    El tiempo(Kronos) aparece como el más potente de todos los dioses, como aquel que a todo otorga principio y fin. Él es inengendrado, pero todo lo engendra, todo fluir proviene de él. Aquí quedan asentados dos principios bases para la filosofía, me refiero a la mutabilidad de los entes por un lado, y por otro, la inmutabilidad del ser.
    Parménides, se forja una idea acerca de como es lo eterno, lo asocia con la figura de lo circular. Lo mismo ocurre en Heráclito, piensa que el principio y el fin quedan unidos en la circunsferencia. Pero Heráclito va más allá que su antecesor, el lanza la idea que el tiempo no es simplemente un movimiento, es más bien, un movimiento ordenado que contiene medida, límites y revoluciones. Realmente Parménides realiza un salto quántico respecto a la profundización del tema que nos convoca. No se quedó sólo con la idea de la inmutabilidad, sino que quiso explicar la movilidad del cambio. A esa movilidad, la llama tiempo.

2- El tiempo como ámbito de la reflexión filosófica:
 a) Platón: Con Platón, el tiempo se empieza investigar como un objeto formal de estudio, es decir, adviene como un problema, algo que debe ser resuelto, analizado y  enfrentado por el ámbito de la razón. Dentro de las obras de Platón, la que trata más extensamente este tema es el "Timeo". Este díalogo constituye dentro del corpus platónico el tratado cosmológico por excelencia. Aquí aborda el problema del origen del mundo o cosmos y su relación con las cosas que lo constituyen.
    "Si no me engaño, es preciso comenzar a distinguir dos cosas: lo que existe siempre sin haber nacido y lo que nace siempre sin existir nunca" Platón, Obras Completas, Ed. Ateneo, Buenos Aires, 1957, pág 662.
       El propósito central de la discusión de Timeo consiste en explicar la generación del cosmos, pero para que esta explicación se lleve a cabo, se involucra una serie de presupuestos metafísicos, riendiéndose una especie de examen de relación del universo, respecto a su puesto en el orden de los entes. Se analiza si el universo se encuentra dentro del ente o el no-ente, o si se quiere, entre lo que es generado y lo que no es generado. En otras palabras, el universo es desde siempre o nace siempre ( tiene principio sin existir nunca). Esto nos lo aclara el propio Timeo cuando sostiene que:

"todo lo que nace y perece, proviene necesariamente de una causa, porque sin causa nada puede nacer (...) El mundo ha tenido principio. En efecto, el mundo es visible, tangible, corporal; y todo lo que es sensible y está sometido a la opinión, acompañada de la sensación, ya lo sabemos, nace y es engendrado" Ibidem, pág. 663.

Aquí queda en evidencia en primer lugar, que el mundo o cosmos ha sido generado precisamente por ser sensible, ya que todo lo que es sensible tiene una causa. Ahora bien, ¿qué causa es?, y ¿de qué orden? Eso es algo que tendremos que resolver.

"Si el mundo es bello y  su autor es excelente, es claro que tuvo fijos sus ojos en el modelo eterno; si, por el contrario, no lo es lo que no es permitido decir, entonces se ha servido de un modelo perecible. Pero es evidente que el imitado ha sido el modelo eterno. En efecto, el mundo es la más bella de todas las cosas creadas, su autor la mejor de sus creaturas" Ibid. pág. 663.

      Queda claro que el universo procede de la mano de un artesano o demiurgo, que lo hizo a imitación suya, conforme a su belleza y bondad, por lo que se podría deducir que el universo es bueno y bello por imitación. Pero, ¿qué pasa con el tiempo? ¿ qué deducciones podemos sacar acerca del tema que nos interesa?.
     Al parecer estaríamos en condiciones de afirmar que el tiempo en Platón tuvo un comienzo. Nació junto con el universo. Si esto es así habría un especie de concordancia con la revelación judeo-cristiana sobre la creación a partir de la nada. El tiempo vendría a nacer junto con el universo insertándose de este modo en la línea del devenir. ¿Será esto lo que Platón querrá decir? ¿Tendrá principio el universo?
       Si nos ponemos a analizar con mayor acuciosidad, nos damos cuenta que existe una especie de contradicción aparente respecto al origen del cosmos, sobre todo en lo que dice relación entre lo que es siempre (to on aei) y lo que siempre llega a ser ( gignomenon aei), puesto que lo que siempre es, es principio de lo que siempre llega a ser. A mi modo de ver, hay una relación de tipo causal, de dependencia. Claro está que habría que preguntarse en qué consiste o de qué tipo de dependencia se trata, si es de orden temporal o metafísico (sustancial). La dependencia no iría por el lado de lo temporal (cronológico), puesto que lo que siempre llega a ser no implica necesariamente que lo sea, sino que más bien apunto a un orden de posibilidad. Este orden queda reflejado en la latencia de la materia al ser informada por el artesano demiurgo. Este modela según su propia iagen. Si su imagen es eterna tambièn lo va a ser lo que se modela. Por lo tanto, si seguimos la lógica de la argumetación tanto demiurgo como universo se corresponderían desde siempre. Serían co-eternos, produciéndose el punto de diferencia sólo en la singularidad, pues no es lo mismo lo eterno per se que lo eterno per alio, puesto que este último posee una dependencia de causalidad de orden metafísico. ( No hay que olvidar que en Platón por sobre el demiurgo existen las ideas eternas)

"Así es que Dios resolvió crear una imagen móvil de la eternidad, y por la disposición que puso en todas las partes del universo, hizo a semejanza de la eternidad, esta imagen eterna, pero divisible, que llamamos el tiempo (...), estos son partes del tiempo, y como el tiempo huye, el futuro y el pasado son formas que en nuestra ignorancia aplicamos muy indebidamente al ser eterno. Nosotros decimos de él: ha sido, es, será; cuando sólo puede decirse e verdad: él es (...), porque el modelo está siendo de toda eternidad, y el tiempo es desde el, principio hasta el fin, habiendo sido, siendo y debiendo ser" Ibid. pág. 664-665.

   Para terminar esta breve explicación de la doctrina platónica sobre el tiempo y manifestarla con cierta nitidez, es menester dejar por sentado los siguientes puntos:

i.- El tiempo es una imagen móvil de la eternidad.
ii.- El tiempo consiste en un ir y venir de lo habiendo sido, siendo y debiendo ser.
iii.- El tiempo es un continuo fluir del pasado al presente, y éste hacia un futuro.
iv.- Su representación geométrica es la línea recta, si miramos desde el punto de vista del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Solo se publicarán comentarios constructivos y que no contengan groserías y sean mal intencionados.