La desaparición del Katejón

           Antes que se manifieste plenamente el Anticristo tiene que haber desaparecido el último obstáculo que lo retenía. Pues bien, a mi juicio ese último obstáculo está desapareciendo. Y lo está paulatinamente haciendo al igual que todos los procesos teológicos.

          Todo va cumpliéndose por   etapas, y  así de este modo, la remoción del katejón también será así. O mejor dicho es así. Y ¿cómo está ocurriendo este proceso ya que ni siquiera los grandes exégetas teológicos y expertos sobre el tema logran descifrar cuál es ese obstáculo?.
        Mi tesis teológica y no creo equivocarme es la siguiente: Al invertir el orden del derecho a través de un proceso de demolición que lleva más de doscientos años desde el positivismo jurídico, se ha logrado invertir el orden respecto al bien y al mal. En otras palabras, la ley es creada en virtud de los vicios y debilidades humanas. Dicha ley es impuesta al poder legislativo a través de grupos de presión de carácter minoritario. Una vez que esas leyes son aprobadas, se masifican a través de los planes educativos de cada gobierno.
      Al recibir dichos planes los niños y la gran masa,  estos  van removiendo la conciencia humana hasta llegar a la aniquilación de la Ley Natural. Y aquí llegamos precisamente al Katejón. En concreto, puedo afirmar categóricamente que el gran obstáculo que retenía el acceso como persona del Anticristo era esta Ley. Y digo era, porque ya empezó a demolerse al invertir el orden de la ley civil. Todo esto se está dando a través de un proceso que va a llevar un cierto tiempo. ¿cuánto sea este tipo? Realmente no lo sé. Pero creo que todo calza desde el punto de vista teológico y de las profecías con la remoción de la Ley Natural.
      El Derecho Romano y la Iglesia mantenían a raya el sometimiento de la conciencia respecto a la Ley Natural. Al desaparecer la Iglesia como garante de dicha ley y al corromperse el orden jurídico con filosofías como el positivismo, todo el camino fue allanado finalmente para que la sociedad se volviera permisiva para todo, y digo para todo pensando en cualquier tipo de aberración que hoy es validada por la ley, excepto, claro está, el bien común.
    La demonización  de la ley va de la mano con la demonización del hombre y la inversión en el orden respecto al bien y al mal. Como el mal ya no es tal en la ley, así tampoco lo es en la conciencia humana.  Un signo evidente y medio de prueba que atestigua mi tesis al respecto, es la desaparición de la conciencia colectiva de la sociedad del llamado " sentido común". Tal sentido estaba muy arraigado en la Ley Natural. Como la Ley Natural está siendo y es aniquilado en el proceso anticristiano, el sentido común desaparece de la sociedad.
     Sin Ley Natural, nada impide que llegue el Anticristo al poder. Y digo nada de manera categórica, ya no puede haber ningún obstáculo que lo retenga. Se perdió el sentido común y se perdió la noción de bien y de mal. Y cuando los pocos que mantengan la fe sean perseguidos cruelmente a nadie le parecerá extraño, ya que sus conciencias fueron aniquiladas. Y peor aún, creerán que se está haciendo un bien a la sociedad persiguiendo a estos disidentes.
     " Os he dicho esto para que no escandalicéis. Os excluirán de las sinagogas; y aun vendrá tiempo en que cualquiera que os quite la vida, creerá hacer un obsequio a Dios. Y os harán esto, porque no han conocido al Padre y a MÍ. Os he dicho esto, para que, cuando el tiempo venga , os acordéis que Yo os lo había dicho. No os lo dije desde el comienzo, porque Yo estaba con vosotros. Y ahora Yo me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: ¿ A dónde vas? sino que la tristeza ha ocupado vuestros corazones porque os he dicho esto. Sin embargo, os lo digo en verdad: Os conviene que me vaya; porque, si Yo no me voy, el Intercesor no vendrá a vosotros; mas si me voy, os lo enviaré. Y cuando Él venga, presentará querella al mundo, por capítulo de pecado, por capítulo de justicia, y por capítulo de juicio: por capítulo de pecado, porque no han creído en Mí; por capítulo de justicia, porque Yo me voy a mi Padre, y vosotros no me veréis más; por capítulo de juicio porque el príncipe de este mundo está juzgado. Tengo todavía mucho que deciros, pero no podéis soportarlo ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de verdad, Él os conducirá a toda la verdad; porque Él no hablará por Sí mismo, sino que dirá lo que habrá oído, y os anunciará las cosas por venir. Él me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo declarará. Todo cuanto tiene el padre es mío; por eso dije que Él tomará de lo mío, y os lo declarará" Jn. 16, 1-15
         Nos condenarán pensando que hacen un bien a la sociedad. Nos condenarán por haber blasfemado contra los mandamientos de la nueva humanidad. Si el Sanedrín condenó a Nuestro Señor por blasfemar, nosotros seremos en los últimos tiempos condenados al igual que Él. Nuestra oposición al Nuevo Orden mundial y a los dictámenes que su líder ordene para la humanidad será considerado como un acto de desacato al Orden Público y a quien ejerce este poder. Será una blasfemia contra el hombre emancipado de la antigua ley cristiana.
     Anulada toda conciencia entonces queda el camino totalmente despejado para actuar. Esa es la cúlmine de todo el proceso demonizador del hombre, pero es a su vez su caída, el final de su recorrido,  llegando a su  aniquilación total como un acto de la justicia de Dios. Satanás ya ha sido juzgado, empero, su lugarteniente el Anticristo recibirá la misma paga que su líder.