martes, 16 de julio de 2013

Opinión del padre Alfredo Contreras respecto a las nuevas canonizaciones.

Estimado,
Dios le guarde en Paz y Gracia.
Agradecidas primeramente sus palabras; aunque realmente no entiendo con toda humildad para quien son.
 
Si son para mi persona, o para el Papa Francisco, o para los futuros "Santos" a quienes millones de católicos deberán tomar como "modelo de imitación", pues eso es precisamente lo que proclama el nombramiento además de la veneración, que son modelos a imitar.
 
SI su mensaje es para un servidor, le agradezco sinceramente y a pesar de mis pobres diez años de formación antes de ser ordenado sacerdote y los 20 en total de vida religiosa, no me siento teólogo en lo más mínimo; lejos de mi ánimo de hacer alarde de grandeza filosófica, teológica o espiritual.
 
Comparto plenamente con Usted que estamos en tiempos en que debemos hacer más oración y  agrego si me permite que también debemos hacer sacrificios como lo pidió nuestra Santa Madre en Fátima; pero acá el problema viene en que el mundo sigue su curso y que estamos en el mundo, aunque no "somos del mundo" como dijo Nuestro Señor, y que necesitamos ejemplares a seguir en nuestra vida y para eso están además de Nuestro Señor y su Santa Madre, los Santos, de los cuales hay para elegir según nuestras propias fuerzas y aptitudes. Al caso me viene ahora como mejor el gran San Antonio del desierto quien fuera gran contemplativo y penitente, tal vez "lo único necesario" a la salvación de su alma, pero que dejó su ermita para asistir al gran Concilio de Nicea en donde debía defender nuestra Fe a fin de que no se perdieran las otras almas.
 
Rezar hoy solamente es a mi juicio renunciar a mucha de la Gloria que se le pueda dar a Dios sacando a muchas almas de los errores modernistas, o mejor dicho de las herejías modernistas  como las definiera San Pío X. Las cruzadas costaron muchos Rosarios y Misas a la cristiandad, pero también le costó su esfuerzo a San Bernardo y a San pío V a fin de que se realizaran y a su vez la lucha física y la sangre de muchos caballeros cristianos.
 
Estos nuevos modelos, o dos "lumbreras a imitar" son ya venerados anticipadamente por millones de cristianos de buena Fe, pero que Dios nos libre de poder seguir personalmente con la conciencia tranquila su enseñanza y sus "ejemplos", pues todos los Papas de Vaticano II a la fecha son, nos guste o nó, responsables de manera directa o indirecta de la decadencia que vive la Iglesia y han sido ellos quienes con su presencia y empuje han sostenido el avance de esta "desacralización", "descreimiento"y decadencia moral" tanto de los laicos como de los religiosos sacerdotes y jerarcas en general.
 
No se trata de canonizar a dos personas. Se trata de canonizar Vaticano II que Usted mismo menciona, sus errores, gravísimos para las almas pues ponen en juego su misma salvación. Esta "Canonización" no traerá a la iglesia en general sino un momento nuevo de "garrocha" que sirva para impulsar nuevos cambios como ya desde la ascensión de Francisco se vienen perfilando. Puede ser que a un laico no le importe mucho lo que hagan allá "arriba" en Roma, pero gracias a Dios pudo por lo menos darse cuenta de que esta pasando y tomar una posición; pero ¿los demás? ¿No merecen al menso una oportunidad como la hemos tenido muchos de nosotros? Por lo menos no podrán alegar ante el Soberano Juez que no fueron advertidos.
 
  El tiempo no se acabó aún, la Parusía de Nuestro Señor marcará el final del esfuerzo, nó antes. No olvidemos que salvar un alma ayuda a salvar la nuestra.
 
No se ama lo que no se conoce, si no se advierten los errores pueden perderse muchas almas por seguir una falsa moral que es la consecuencia de una falsa teología. En lo particular sería un tanto egoísta y más como pastor de almas el cerrar los ojos y rezar mi Rosario o decir la Misa solamente sin advertir lo que se avecina.
 
Dios le conceda el Don precioso de su Paz.
 
Padre Alfredo Contreras
Patagonia Argentina.
 

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