sábado, 27 de julio de 2013

¿Quién es el más santo?.

           




Nuestro Señor dijo que el que quiera ser el primero hágase el último. La soberbia es mala consejera. Muchos piensan erróneamente que al pertenecer a determinadas instituciones católicas gozan de la santidad en vida.
           Una cosa es tener el conocimiento de la doctrina y otra cosa muy distinta es vivirla. No basta con especular sobre la fe en Dios si esa fe no es acompañada de buenas obras. Muchos dirán Señor, Señor, y Él os dirá " no os conozco".  Cuidado con los fariseísmos hipócritas de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha.
          Las vanidades humanas nunca son buenas consejeras. Todo esto lo digo en respuesta a unas personas que son fieles de la Fraternidad San Pío X y que creen erróneamente que su pertenencia o asistencia a dicha institución les reportará un pasaje seguro al cielo. Ellos piensan que la Fraternidad es la Iglesia o tal vez es la continuadora de la Iglesia. Pobres hombres, cuán equivocados están.
       La obra de Monseñor Marcel Lefebvre fue sin duda por inspiración divina. Sin embargo, lo que ocurra luego en la institución creada por un santo fundador es arena de otro costal. La única institución que es santa por antonomasia es la Iglesia Católica. Y es santa por origen de su fundador que es Dios, es santa por la pureza de su doctrina que viene de Dios, y es santa porque muchos de sus miembros lo son y lo han sido.
        Ninguna otra institución es santa ni está libre de error. Un pésimo favor le hacen los fieles de la Fraternidad San Pío X al no reconocer el sectarismo y la ausencia de apostolado que realiza dicha institución. Es verdad que la fraternidad tiene presencia en los cinco continentes, pero su presencia es solo reducida a un grupúsculo de personas que reciben la doctrina puertas adentro.
      El deber apostólico de la Iglesia es de carácter universal. Todo católico verdadero tiene el deber de hacer apostolado según el estado que le tocó vivir. La evangelización puertas adentro para la institución no existe. Todo apostolado se hace para el bien de la Iglesia y la salvación eterna de las almas.
      La salvación eterna del alma es la primera ley. De allí que todo sacerdote está obligado por mandato divino de asistir a las almas espiritualmente. Su deber es con Dios y la Iglesia. Y no por una fidelidad errónea a una institución que pretende ser de Iglesia.
      Una institución religiosa es verdadera cuando busca el bien común de la Iglesia. Y buscar el bien común es propagar la fe integra a todas las personas de buena voluntad. Predicar el mensaje a todas aquellas almas que deseen escucharlo. No reducir el mensaje a un grupito acomodaticio que el curita puede manejar y no le da problemas. El anhelo burgués del sacerdote tiene que erradicarse.
       En todas partes existe gente de buena voluntad. Y basta que escuchen el mensaje para que sus almas se inclinen ante la verdad. Pero para escuchar el mensaje tiene que haber alguien que lo predique. Para predicarlo hay que salir a la calle y transmitir a los otros la verdadera salvación. Salir a la calle no es fácil ni cómodo. Es arriesgado y lleno de peligros e ingratitudes. Pues bien, los apóstoles y los sucesores de estos salieron a la calle confiando siempre en la ayuda del cielo. Ellos no le tuvieron miedo al desprecio y al martirio.
        Yo invito a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X que salgan a la calle, salgan de sus cómodas paredes y le trasmitan la tradición a los hombres que deseen escucharla. No tengan miedo al hacerlo, así como no tuvieron miedo los apóstoles.
      No puede haber tradición, sino se imita lo más tradicional de la fe que es el apostolado de ésta. Y hablo de apostolado en serio, no a medias tintas .  De lo contrario, sean honestos y digan públicamente que prefieren hacer un apostolado puertas adentro con un rebaño que se pueda manejar adecuadamente sin que cause molestia y sin que implique un mayor esfuerzo.
        Monseñor Lefebvre no es la Fraternidad San Pío X, él la fundó pero no se clonó después en ella. No niego que exista gente de buena voluntad en la fraternidad, pero esa gente de buena voluntad se ve anulada con una mayoría oligofrénica que olvidó pensar por si misma y que cree absurdamente que representan a la Iglesia. Para ellos el silogismo es simple. Fraternidad es sinónimo de Iglesia Católica. Y viceversa, Iglesia Católica es fraternidad.
        Allá ellos y allá los que les creen. Los santos en vida, que tontería y que soberana estupidez. Pobre Monseñor Lefebvre al ver desde el cielo en lo que están convirtiendo a la Fraternidad San Pío X.

4 comentarios:

  1. Estimados Amigos:
    Toda persona y toda institución al estar compuesta por hombres es criticable. Fray Agrícola es criticable como también la Fraternidad San Pío X al igual que cualquier seglar.
    Ahora bien, la crítica puede ser de dos modos, a saber, que busque el bien del otro para que se corrija. Y al contrario, que intente destruir al otro con el fin de aniquilarlo.
    Mi critica a la Fraternidad San Pío X se da en el contexto del primer orden, vale decir, intenta corregir en ella lo que está mal.
    ¿Por qué hago la crítica pública?, la razón es muy simple, porque cada vez que alguien les dice algo al respecto se ponen una tremenda coraza y descalifican o expulsan de sus instalaciones a quien los corrige fraternalmente con caridad. Lo que que viene reafirmar más la critica.
    Monseñor Lefebvre amó tanto a la verdad, que no dudó en criticar en privado y después públicamente al Papa y a todo el colegio cardenalicio. Monseñor tenía una visión sobrenatural de la Iglesia, y fue esa misma visión la que le permitió no dejarse llevar por los respetos humanos. Primero Dios antes que los hombres. Primero Dios antes que la Fraternidad San Pío X.
    Los procesos degenerativos en el ámbito teológico y en lo que tiene relación a las costumbres es algo que se da permanentemente en la Iglesia y en toda la humanidad. Basta ver la cantidad de heresiarcas que han nacido del seno de la Santa Madre Iglesia.
    Desde Judas hasta los grandes adalides post conciliares, todos han coincidido en sus traiciones desde dentro hacia la amada Esposa de Cristo.

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  2. Absolutamente de acuerdo es más creo que el sectarismo termina dejando sin libertad mental a los fieles y a los pastores, y se van retroalimentando, hay mucho daño espiritual y sicológico en todo eso que lamentablemente es muy actual y no se lo trata como es debido, porque los grupos sectarios piensan que los de afuera están mal, y los de afuera dicen esto es una secta, así que la cosa es grave. saludos

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  3. Eso no es culpa de la Fraternidad sino de lo revuelto que quedó todo.
    Y hablo desde la conciliar.

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    1. Estimado, muchas gracias por su aporte. Le insisto que no pretendo destruir a los frater, pero lo que está mal hay que decirlo.
      Entiendo los tiempos que vivimos así que hay que tratar de ser muy prudentes.
      Un abrazo.

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