miércoles, 24 de julio de 2013

Los dos Testigos: Enoc y Elías

   Cuando el Anticristo haga su entrada triunfal frente al gobierno mundial, llegará al mismo tiempo del cielo Henoc y Elías para predicar la penitencia y al arrepentimiento . Como ambos no murieron- siguiendo una interpretación literal de las Sagradas Escrituras- vendrán llenos del poder de Dios. Así se nos enseña en el Apocalipsis.
   " Y daré a mis dos testigos que, vestidos de sacos, profeticen durante mil doscientos setenta días. Estos son los dos olivos y los dos candelabros que están en pie delante del Señor de la tierra. Y si alguno quisiera hacerles daño, sale de la boca de ellos fuego que devora a sus enemigos. Y el que pretenda hacerles mal ha der morir de esta manera. Ellos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva durante los días en que ellos profeticen; tienen también potestad también sobre las aguas, para convertirlas en sangre, y herir la tierra con toda suerte de plagas cuantas veces quisieren. Y cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará guerra, los vencerá, y les quitará la vida. (...) pero al cabo de tres días y medios, un espíritu que venía de Dios entró en ellos y se levantaron sobre sus pies, y cayó un gran temor sobre quienes los vieron." Apoc. 11,3
     ¿Cómo interpretamos este capítulo? Tendremos, a mi juicio, que asumir literalmente la venida de Enoc y Elías. De hecho, San Lucas ya habló sobre el sentido figurado de Elías. Pues, se lo relacionó directamente con  San Juan Bautista. Veamos qué nos dice el apóstol al respecto: ""Caminará delante de Él con el espíritu y el poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos." Luc 1, 17. Si San Juan Bautista fue la pre-figura de Elías, entonces la figura de Elías real y concreta vendrá del cielo. Pero ¿ cómo pueden estar en el cielo Elías y Enoc si aún no han muerto.
      Con la muerte y resurrección de Cristo Nuestro Señor se abrió el cielo a todos los santos que lo esperaban. Aquellos santos lo esperaban en un lugar conocido como el Seno de Abrahán. En mi opinión teológica que no pretende ser la única, pienso que Elías y Enoc no abandonaron el Seno de Abrahán esperando la llegada del Anticristo. Al cielo directamente no se pudieron haber ido si aún no había purificado sus cuerpos y pasado por el juicio y la muerte que han pasado todos los hombres que están allí.
     Enoc y Elías al no morir no pueden tener cuerpos gloriosos. Por consiguiente, están con Dios pero no del mismo modo que los otros santos que están en el cielo. Y por lo demás, aún no han cumplido su misión, falta que ejecuten lo que Dios les ha ordenado.
     Enoc y Elías son los elegidos para pregonar la misericordia de Dios en los tiempos de la Gran Tribulación. Dios no abandona hasta el final al hombre y a su Iglesia, siempre le da a los hombres de buena voluntad la posibilidad de conocer su verdad para que así puedan salvar su alma.
     ¿ A quiénes les pregonarán Enoc y Elías?. Lo más probable es que alienten al pequeño grupo de fieles que han elegido ser fieles a la verdad. Por razón de justicia pienso que su predicación va a partir con ellos, para que resistan con la esperanza de la victoria y la convicción de haber sido fieles a su Señor.
      Por otro lado, ellos posiblemente les predicarán los hombres de buena voluntad que quieran abrir los oídos a la verdad. ¿ Por qué no a todo el mundo? Sencillamente porque la mayoría no querrá escuchar al estar deslumbrados con la figura del Anticristo. Pensemos que el mismo Juan el Bautista comenzó su predica con los mismos discípulos de Cristo. Y luego la hizo extensiva a todos los hombre de buena voluntad, pero producto de esto fue apresado y decapitado.
      ¿ Cómo aparecerán Enoc y Elías? lo más probable que lo hagan en el silencio de las pequeñas comunidades de fieles que estén siendo perseguidos por el amo del mundo. Ellos serán los adalides de la resistencia de la Iglesia, a ellos tendrán que recurrir los pocos pastores que deseen morir a causa de Cristo.
     No será el Papa ni un obispo el adalid de la defensa de Dios, serán ellos, las dos figuras bíblicas tan nombradas como los últimos testigos de la fe de Dios. Estarán además dotados de fuero. No podrán ser tocados por la bestia hasta el final de su predicación. Ellos llamarán a la penitencia, llevando al arrepentimiento a los hombres de buena voluntad.
     La duración de Enoc y Elías será de 7 días menos que la del Anticristo. Ellos predicarán durante 1270 días, mientras que el anticristo durará en su gobierno 1277 días.  El Anticristo les dará muerte, pero Dios los resucitará. San Miguel vendrá después a lanzar a los abismos a la bestia y sus secuaces.
     Algunos piensan que Enoc y Elías viven como anacoretas en el desierto. Tal vez algunos hayan decidido ir a buscarlos a Egipto o Etiopía. No sé si por milagro de Dios hayan ya bajado a la tierra a esperar cuando se desate la estocada final del mal. Si ellos se encuentran ya entre nosotros, a lo menos, lo debieran saber las pequeñas comunidades que mantienen la resistencia frente al aniquilamiento de la fe.
         ¿Por qué el Anticristo actuará perversamente si sabe que va a ser destruido? Esta fue una pregunta que me hizo un niño. La respuesta es que si bien eventualmente la bestia puede saber que será destruido, sin embargo, su tozudez y su obsesión por el mal le nubló su entendimiento sin evaluar o tal vez minimizar las consecuencias eternas de sus actos.
      Será tal la obcecación de su voluntad, que no habrá razón alguna que lo disuada. Cuando alguien ha elegido el mal de esa manera, ya es casi imposible, por no, decir imposible, su retorno hacia el bien. Por eso se dice que aunque las puertas del infierno se abrieran, las almas que allí habitan no querrían salir.
         Así como el rey Herodes quiso dar muertes a los Reyes Magos, así también, del mismo modo el Anticristo perseguirá a Elías y Enoc. Sin duda, su ira y su arrebato le jugarán una mala pasada en la persecución de estos dos testigos. Pero habrá un cuerpo secreto de agentes del mal que los busque para darles muertes. Y tal vez, muchos encuentren la muerte a causa de Enoc y Elías. La interrogaciones y las felonías entre las pequeñas comunidades fieles a Dios será a la orden del día.
        Pero mientras más cerca se encuentren los agentes de la bestia de Enoc y Elías, más difícil será apresarlos. La nube de Dios los cubrirá y ceguará sus entendimientos. La Eucaristía será su alimento. Para ello deberán de disponer de sacerdotes a su alrededor. Sin sacerdotes, no podrá haber Eucaristía.
           Como el sacrificio fue suspendido por la bestia, los sacrificios en la clandestinidad serán una prueba más de la fidelidad a Dios. Elías y Enoc cuidarán con mucho afecto y mucha admiración a estos sacerdotes.
          Finalmente, todo lo anterior es una interpretación personal frente a algo que aún no ocurre pero que va a ocurrir.
       

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