domingo, 15 de octubre de 2017

La muerte.

                     Desde que nacemos nos encontramos expuestos a la muerte. ¿Qué es la muerte?, cristianamente hablando, es la separación del cuerpo y del alma. Teológicamente es el llamado de Dios, frente al cual debemos enfrentar un juicio de carácter particular. En ese juicio el alma estará obligada por Dios en debelar toda su vida, pero antes de mostrar el alma sus acciones su situación particular quedará definida en el último momento en el cual tuvo vida.
                      Si la muerte o llamado de Dios sorprendió al alma en un pecado mortal y en un estado de impenitencia, lamentablemente esa alma ya está sentenciada por toda la eternidad. No obstante, ese trance que va de la vida terrestre a la vida eterna suceden muchas cosas que sólo conoce el alma y Dios.
                     Las oraciones que rezamos a la Virgen María que ruegue por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte, son realizadas precisamente, para éste momento tan crucial en nuestras vidas. Sólo Dios conoce el día y la hora, nosotros sólo debemos cooperar para que en ese día y hora no nos sorprenda en una situación de enemistad con respecto a Dios.
                     ¿Estamos predestinados a sufrir tal o cual muerte?, los católicos no hablamos del destino, sino, de la Divina Providencia, que nos cuida y protege llamándonos cuando Dios quiere que vayamos a Él, asumiendo que ese momento del llamado es el mejor que Dios buscó para volver a ÉL. Nuestras vidas se desarrollan casi sin pensar que mañana tendremos que dar cuentas por ella al creador. Vivimos el día a día sin pensar en el más allá. Ese más allá es tema vedado de comentar para muchos.
                    ¿Quién ha hablado con los muertos?, ninguno de nosotros sin duda, sin embargo, estaremos entre ellos más temprano que tarde según sea el caso. Lo que ocurre al otro lado, está vedado conocer para nosotros. Existen casos, muchos en apariencias, otros sin gran explicaciones, en los cuales aparentemente algunos muertos se comunican con ciertas personas. En lo particular, conozco el caso de la hija de un amigo, que vive en un lugar montañoso muy apartado de la civilización. En ese lugar, se produce la muerte de la vecina de mi amigo.
                    Una señora de alrededor de 65 años de edad muere en su casa en el campo. Su casa y su entorno era muy amado por la señora difunta. Después de la muerte de la señora, según me contó mi amigo y su señora, su hija mayor empezó a jugar junto a su hermana menor al lado del patio de la difunta.
                    Cada vez que salía a jugar, escuchaba voces conversar. Por lo que comprendí del relato, la hija de ellos conversaba con esas voces para no sentir miedo. La niña lo tomaba como un juego. Desconozco el tenor de la conversación de la niña y las voces. Todo relativamente bien hasta allí, pero otro dato importante que conocí por el testimonio de ésta familia me llamó profundamente la atención. Una joven asesora del hogar que recién contrató el viudo de la señora para que lo cuidara, relató al matrimonio vecino, un día en el patio en el cual se encontraron lo siguiente: " A los días que llegué a la casa, comencé a sentir ruidos, conversaciones, pero no veía a nadie y sabía que nadie más debía permanecer en el hogar. Una tarde, comencé a seguir a las voces hasta el patio de la casa, en el patio, visualicé a una señora, con cara sonriente, permanecer junto al huerto del patio de la casa. Nunca antes vi a esa señora, de hecho, en la casa no habían fotos de la familia". Al escuchar el relato de la asesora de del hogar, el matrimonio vecino le piden descripciones de la mujer, al relatar los aspectos físicos de la persona se dan cuenta que corresponden exactamente a la difunta.
                 ¿Por qué permaneció la mujer muerta deambulando por la casa?, ésta pregunta me la hizo el matrimonio amigo, a lo cual le respondí: Lo más probable que creo es que no sea la señora la que aparece sino demonios que deambulan por la casa. En el lugar dónde ocurrieron los echos, es altamente concurrido por visitantes debido a que siempre allí se producen apariciones de ovnis. ¿Qué relación existen entre los ovnis y las apariciones de la difunta?, a simplemente vista ninguna, empero, los ovnis siempre aparecen en las mismas partes por siglos, especialmente, donde existieron cultos o sacrificios de pueblos paganos. Como la mayoría de esos falsos dioses eran demonios con forma de animales terrestres o marinos, la infestación diabólica no se hacía esperar.
                    La aparición de la mujer fallecida, si es que es verdad lo de sus apariciones, tal vez se deba, a la misma causa de las apariciones de los fenómenos ovnis, vale decir, se deba a causas paranormales de pandillas de demonios deambulando por el lugar.
                   Los fenómenos paranormales, en especial, ciertas apariciones de difuntos no se deben a un acto de presencia entre el muerto y su familiar. Volver de la muerte si se está en el cielo con Dios no tienen sentido. No sé si es posible esto de volver del más allá al más acá.
               

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