miércoles, 25 de octubre de 2017

Mal Candidato Apela al Miedo.

ARTES, 24 DE OCTUBRE DE 2017

Mal Candidato Apela al Miedo


          Ahora los escuderos de Piñera han salido a meter miedo al electorado. Es que, cuando un candidato es malo, hay que asustar a la gente para que vote por él, dando por sentado que de buen grado y atendiendo a los méritos comparativos de los postulantes no lo harían. Y, en realidad, ¿cómo se va a comparar a Kast, un tipo probo, de una sola línea y de derecha, con Piñera, cuyo oscuro prontuario resumí el 8 de octubre, que hiciera fortuna bajo el “Sí” y luego saltara al “No” y después al “Sí” de nuevo, tras regresar de la DC a la centroderecha de Büchi? Es capaz de recurrir al engaño con tal de captar votos. Recuérdense sus promesas de debido proceso y prescripción a los militares (r), tras lo cual, conseguidos sus votos, se convirtió en su peor verdugo. Y véase en estos mismos días su franja electoral, que usa a Aylwin, un político de centroizquierda, para cosechar votos DC, siendo Piñera candidato de centroderecha. Todo vale con tal de conseguir sufragios. (Es cierto que Aylwin y él se parecen mucho en que engañaron a los militares para utilizarlos, y les dieron “con el mocho del hacha" después).

La pretensión de asustar al electorado diciéndole que un voto por Kast favorece a Guillier es una confesión de que, si no mediara amenaza, la gente no votaría por Piñera, sino por Kast. Pero, además, el raciocinio es falso, porque el voto por Kast, justamente, lejos de favorecer a Guillier, lo puede eliminar de la carrera presidencial.

          Según la última encuesta Cadem (en la cual poco creo, porque a mi amigo Alonso N. lo llamaron de ahí para una encuesta y, cuando votó por José Antonio, le dijeron que “no era un voto permitido”, pues no estaba en la lista de la encuestadora, después de cuyo sondeo, obvio, Kast sacó cero por ciento), Piñera tiene 42 %, Guillier 21 %, Beatriz Sánchez 13 %, Carolina Goic y José Antonio Kast 5 % cada uno, ME-O 3 % y Navarro 1 %.

          Si uno convenciera a cuatro de cada diez piñeristas de votar por Kast, los candidatos de derecha y centroderecha obtendrían 25 % y 22 % de los votos, respectivamente, y sólo ellos pasarían a la segunda vuelta, pues quedarían eliminados de la carrera Guillier, Beatriz Sánchez, Goic, ME-O, Navarro y Artés.

          Es decir, es falso que votar por Kast favorece a Guillier. De hecho, votando por aquel se elimina a Guillier. El voto más útil de todos los que puede concebir un centroderechista es el que le pueda dar a Kast. En cambio, si no se lo da y sólo pasara Piñera a segunda vuelta, en ésta se reagruparían detrás de Guillier todas las fuerzas de centroizquierda e izquierda y tendrían posibilidades de ganar.

          Todavía peor, si después de la primera vuelta los jueces le aplicaran a Piñera las mismas normas que les han aplicado a Pizarro y Rossi por las facturas objetadas a SQM, Penta y otras empresas (en el caso de Piñera lo recaudado así fue más de diez veces mayor que lo obtenido por Pizarro o Rossi), el candidato de centroderecha formalizado, habiendo perdido su condición de ciudadano con derecho a sufragio en virtud de la formalización, ni siquiera podría participar en la segunda vuelta, por carecer de los requisitos constitucionales necesarios para ser Presidente de la República. Por el momento el encargado electoral de Piñera y ex gerente de Bancard y Bancorp, Santiago Valdés, está formalizado en las causas por recaudaciones irregulares, pero todo el mundo sabe que lo recaudado benefició al candidato Piñera y al empresario Piñera (pues buena parte se destinó a pagar a sus ejecutivos de Chilevisión). “Mandado no es culpado”, dice el refrán. Salvo, claro, que se trate de la justicia chilena.

          El voto capaz de garantizar antes y mejor que no habrá un nuevo gobierno de izquierda es el que se le dé a José Antonio Kast.

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