lunes, 23 de octubre de 2017

Piñera y Aylwin, unidos por la Democracia Cristiana.

                            Piñera eligió el bando contrario para representar, él no lo oculta, su inspiración es la Democracia Cristiana. Su pensamiento, sus ideas y su estilo de hacer política está arraigado en este sector de la izquierda chilena. Pero, ¿ en qué consiste seguir un modelo de inspiración demócrata cristiano?, veamos algunas características de ese pensamiento y su desenvolvimiento histórico.
                           La democracia cristiana es un partido político que dice inspirarse en los valores de la Iglesia Católica, pero que trata de acomodarlos al espectro político. ¿Pueden esos valores o dogmas católicos acomodarse al espectro político?, si nos atenemos al dogma católico, es imposible acomodar el dogma al ámbito político, eso sería sacrificar el dogma. Para la Iglesia, es la sociedad política la que debe adaptarse a la Ley de Dios y no al revés. San Pablo nos dice que, las leyes de Dios están hechas no para agradar a los hombres, sino, para agradar a Dios.
                              ¿Por qué la Democracia Cristiana invierte el dogma?, la respuesta es simple, ellos piensan que la libertad del hombre es de carácter absoluto, eso se llama liberalismo, en ese carácter absoluto de la libertad, cada hombre se transforma en algo que decía el sofista griego Protágoras, a saber: " El hombre es la medida de todas las cosas", vale decir, el hombre es el centro del universo, donde la verdad es relativa para cada hombre. Las consecuencias de éste pensamiento son desastrosas en lo social, ¿cómo congenio la verdad particular de cada hombre?, imposible de hacerlo, pero como es imposible en lo práctico, lo hago posible en lo teórico, pregono políticamente esa idea de libertad absoluta a través del sentimiento, hago creer sentimentalmente que cada hombre es libre por medio de la democracia. ¿Cómo creo esa ficción política?, por medio del sufragio universal, planteo esa libertad por la libertad de voto, independiente que ese voto sea influenciado o maquinado por una maquinaria electoral que proviene de los partidos políticos.
                             Al perderse la verdad objetiva , el subjetivismo surge como medio y medida de todo, raíz de lo que se llama la política de los acuerdos, independientemente si esos acuerdos son malos o buenos. Esa política de los acuerdos cimentada por el liberalismo absoluto no busca enmendar el rumbo del vicio o de las corrupciones políticas. Por el contrario, las afianza más por partir de un concepto errado de libertad, ese concepto errado de libertad, se llama libertinaje.
                          Pan y circo, cuna del libertinaje político, transforma a la sociedad en una masa de gente que carece de análisis y razón para juzgar acerca de cual debe ser el futuro frente al cual el hombre debe afianzar sus bases. De aquí nace la política de los bonos, bono para alientar a las masas a no trabajar. ¿Qué se puede esperar de Piñera?, más circo que pan, más de lo mismo, por algo su gobierno anterior fue considerado el Quinto Gobierno de la Concertación.
                            Finalmente, para experimentar los grandes cambios, hay que elegir a los grandes líderes, Piñera por desgracia no lo es. Después de Piñera I vino Bachelet, no me quiero imaginar si por una de esas desgracias de la vida surgiera un Piñera II, ¿ qué vendría después?.

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